¿Con qué ojos vas a iniciar Año Nuevo?

Pregunta algo extraña, pero importante.

¿Cuales son nuestros lentes con los que vemos un año nuevo que está delante de nosotros? Según el tipo de lentes, es también el tipo de mirada que podemos tener.
En este año sin dudas, vamos a ver muchas cosas nuevas, asi como también otras repetidas que estarán ante nuestros de ojos.
Podemos colocarnos ante el nuevo año, tener muchas coincidencias y talvés vislumbrar las mismas cosas pero, la diferencia estará en los lentes que cada uno pueda tener puestos al momento de mirar, allí precisamente ocurrirá la diferencia. Por ejemplo, puede que tengamos ante nosotros :
Un muro. Muchas personas pueden ver en el, el fin; otras personas en cambio pueden ver la oportunidad de dar un mayor salto…
Una puerta. Para algunos/as, la salida de una buena idea. Para muchos la entrada a otra mayor…
Una curva peligrosa. Algunos/as ven un desastre inminente. Otros siguen adelante y descubren un paisaje diferente…
Un puente caído. Algunas personas pueden verlo como el fin del camino, para otros/as, será la visión de la construcción de un nuevo camino…
Una calle sin salida. Donde muchos/as ven aprehensión, otros/as aprovechan para la reflexión…
Una cruz, donde muchos/as sólo ven el peso de la prueba, otras personas ven en ella, lo que viene atrás, que es la fuerza, el descanso y la Salvación que viene de Dios en Jesús…

Deseo para ti en el año 2011, aunque se presenten situaciones inesperadas, caminos sorprendentes o descubrimientos diferentes, puedas mirar siempre a través de los mismos lentes: Confianza en Dios que nos guía en el Camino…

FELIZ AÑO LES DESEA LA IGLESIA METODISTA DE MARANGA

LA VIDA ANTE LA AMENAZA DE MUERTE

La lectura del Evangelio nos introduce a un tiempo al parecer oscuro entre las promesas y sus frutos.
Mateo 2:13 al 23 nos lleva al tema de la AMENAZA que sufre la vida de Jesús, el Cristo
prometido, el cumplimiento de la gran promesa de Salvación de Dios. Ante estas amenazas Dios orquesta los acontecimientos para el cumplimiento de su promesa.
En su condición de niño, Jesús no puede actuar en su propia defensa, la protección constante de Dios y la obediencia fiel de José se combinan para garantizar su seguridad en un mundo de peligro. A pesar de que un desastre en potencia amenaza a Jesús, las antiguas profecías vienen a la vida y garantizan la misión ineludible de Jesús.
Desde el primer momento, el camino de Jesús está marcado por las promesas de Dios y la resistencia humana. Jesús es la presencia viva de las promesas de Dios y un irritante constante de aquellos en el poder. El "poderoso" Herodes se siente amenzado por la presencia de un nuevo rey. Su interpretación política de este hecho lo lleva a tomar una decisión de destrucción y muerte. Decide eliminar al supuesto contrincante.

Huida a Egipto
En primer lugar, Mateo cuenta cómo la familia de Jesús se salvó de la furia de Herodes. Su doble personalidad y el temor a perder su posición política eran evidentes en el mismo momento en que los sabios llegaron a su reino (2:3). La reputación de Herodes, por su brutalidad era bien conocido en la antigüedad. Ni su cónyuge ni sus hijos podrían escapar a los efectos de su paranoia. Por lo tanto, un ángel le dice a José que huyera de su casa hacia Egipto. Para Mateo, este escape no es simplemente un movimiento oportuno o un accidente de la historia. Por el contrario, la escritura preveía este desvío geográfico en el camino a la ciudad natal de Jesús. Dios eligió este camino en el pasado distante. Citando Oseas 11:1, Mateo recuerda que la profecía se centró originalmente en el pueblo de Israel, pero ahora se refiere sólo a Jesús. La interpretación de Mateo es que Jesús, en algún sentido significativo encarna al pueblo de Israel. Él es el recipiente, al portador, y el cumplimiento de las promesas hechas a Israel por Dios.
Egipto también evoca la historia de Moisés y la liberación de Israel de la tiranía de la esclavitud, un eco que resonará con más fuerza en el cumplimiento profético que viene.

La Masacre de los Inocentes
Una vez que Herodes se da cuenta de que los magos han eludido la conspiración para eliminar este nuevo rey reinante de los Judios, su instinto de preservar su poder a toda costa lo lleva a ordenar matar a los niños menores de dos años. Herodes no esta enterado de que el niño ha salido de la ciudad. Según Mateo, 2:18 Jeremías había profetizado ya los gritos de angustia que surgen en Israel sobre la opresión, tan pesada. Hace sentir su poder político, arremete con gran malicia, pero todo esa crueldad fue en vano. Ambos, Moisés y Jesús son nacidos bajo la amenaza de muerte, ambos son guiados por la mano protectora de Dios.

Regreso a Nazaret
Aunque nació en Belén, Jesús de Mateo es de Nazaret. Esta es la denominación geográfica que se llevan.Después de que un ángel anuncia la muerte de Herodes a José, la cosa es mas sencilla para la familia de regresar a su casa a Belén de Judea. Sin embargo, después de enterarse de que Arquelao, el hijo de Herodes ya gobernó Judea, la familia tiene un nuevo hogar en Nazaret, en Galilea. Por tercera vez, Mateo nos recuerda las promesas de Dios: "Será llamado Nazareno."

Preparando el Camino
Mateo afirma aquí que se prepara un camino profético de Jesús a seguir. Un desvío aparente a Egipto es en realidad una llamada profética; ciudad natal, incluso de Jesús resuena con la resonancia profética.
La bienvenida a Jesús al mundo no es unánime, pero su presencia Jesús causa temor, porque sería este niño humilde quien cambiaría el orden del mundo, este niño sólo debilitaría a los poderosos. La arbitrariedad de Herodes habría sido completamente familiar para las personas que viven bajo la antigua larga sombra imperial de Roma.

Hoy en día entendemos que un gobernante debe protejer a los ciudadanos de su país. Sin embargo, esta protección y confianza no existía en la antigua Roma que dominaba al pueblo judío.
Por lo tanto, la confianza de Mateo en las PROMESAS proféticas no es mera ingenuidad, su fe es sencilla pero fuerte. El relato de estas tres amenazas: la muerte, el destierro y la destrucción de la profecía, es contra la vida. La confianza de Mateo en la providencia de Dios no surge de una credulidad demasiado activo, sino de una fe que Dios espera para reinar en un mundo donde el dominio de los poderosos parece inmutable.

EL MENSAJE PARA HOY
¿Hoy la iglesia enfrenta amenazas? ¿Cuáles son esas amenazas que quieren destruir la VIDA, DESTERRAR A LAS PERSONAS Y finalmente DESTRUIR EL PLAN DE DIOS? ¿los sitemas políticos, estilos sociales de vida representan una amenaza a la vida y misión de la iglesia? ¿cuáles son las amenazas a su familia? ¿Esta usted confiando en la protección de Dios como José confío y obedeció? ¿Cuál es nuestra participación en el plan salvífico y liberador de Dios? ¿actuamos como Herodesy su tiranía o como José fiel a la voz de Dios?
El mensaje de Cristo vino a cambiar este orden de vida lleno de tragedia, muerte, odio, venganza en un orden de paz, de amor, de fe, de confianza, esperanza, seamos partícipe de este cumplimiento de la promesa de Dios encarnada en Cristo y su mensaje del Reino de Dios entre nosotros. No un reino para nosotros, o sobre nosotros sino ENTRE NOSOTROS.

En medio de las alegrías de la temporada de Navidad, estos pasajes son un recordatorio que nos ayuda a madurar en el contexto actual. Aferremonos de estas grandes promesas de liberación, seamos portadores y portadoras de este evangelio."De Egipto llamé a mi Hijo", para los judíos Egipto representa todo un tiempo de sufrimiento, esclavitud y dolor, salir de alli significó ser libres de todo ello. La presencia de Cristo en la tierra da comienzo a una liberación y salvación completa del ser humano. Esto podría incomodar a todo el orden social, político y toda actividad que provenga del ser humano pero el evangelio de Cristo no se detiene ante muchas amenazas.

Paulo Llanco
Pastor Iglesia Metodista de Maranga
Sermón del domingo 26 de diciembre 2010

FELIZ NAVIDAD 2010

Compartimos este breve video saludos de nuestros hermanos y hermanas de la Iglesia Metodista de Maranga




FELIZ NAVIDAD, seamos Luz

Este es un gran momento en el que seguramente usted recibe muchos buenos deseos. Son momentos en el que uno desea que perdure por siempre: la familia unida alrededor de la mesa, un familiar que vuelve a casa, momentos de reconciliación, momentos realmente inolvidables.


Aunque también la gran mayoría de familias en el Perú como en América Latina, experimenta diversos problemas, de indole social, económico y los efectos de políticas que afectan a las familias. Muchas familias con estos problemas aspiran vivir dignamente, en un ambiente de armonía. Un ambiente en la que gobierne la paz, el amor, la fe.

Jesucristo nos vino a dar VIDA: "En él estaba la vida, y lo que fue hecho tenía vida en él, y la vida era la luz" (Juan 1:4). El vino para secar nuestras lágrimas, convertir el dolor en alergría: "El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en tinieblas. Señor, has traído una gran alegría; muy grande es el gozo. Todos se alegran delante de ti como en tiempo de cosecha, como se alegran los que se reparten" (Isaías 9:2 y 3)

Seamos portadores de este mensaje de Cristo en esta Navidad y siempre, a todas las familias, los niños y niñas que aun no cuentan con una familia, para
aquellos que se sienten discriminados(as) en esta sociedad, para aquellos olvidados en la sociedad.

¡Feliz Navidad! a todos y todas

Paulo Llanco
Pastor-Iglesia Metodista de Maranga



ESTE JUEVES 23 A LAS 6:00 p.m.

ESPERAMOS A TODA SU FAMILIA

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VEA IMAGENES DEL CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO
CONSTRUIMOS NUESTRO PESEBRE Y SU MENSAJE

ENCUENTRO LITÚRGICO FAMILIAR DE NAVIDAD


La Vela de la Paz
«Construyamos un lugar común. Nadie sin futuro»

Canción: Ya viene, ya viene, ya viene la navidad//
encendamos la vela, la vela de la paz//
y con ella encendida iluminemos la paz//

Encendido de la quinta vela (vela blanca)

Hoy, Nochebuena, tenemos, de manera especial y como centro
de nuestra familia a Jesucristo, nuestro Señor.
Encendamos la vela blanca en medio de la mesa para hacer
memoria de Jesús y ofrezcamos gratitud a nuestro Dios por darnos
en amor a su hijo Jesucristo

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO


EMMANUEL DIOS CON NOSOTROS

Encendido de la cuarta vela de adviento (vela roja)

Canción: //Ya viene, ya viene, ya viene la navidad//
//Encendamos la vela, la vela del amor//
//Y con ella prendida el amor renacerá//

Lectura Bíblica:
Primera: Isaías 7, 10-14
Salmo 24
Segunda: Romanos 1, 1-7
Evangelio: Mateo 1, 18-24


Nexo entre las lecturas

La síntesis de la liturgia de este cuarto domingo de adviento es : "Emmanuel”: que significa “Dios con nosotros". Este domingo es una especie de vigilia litúrgica de la Navidad. Se anuncia la llegada inminente del Hijo de Dios. Se resalta que este niño que nacerá en Belén, es el prometido por las Escrituras y constituye l
a plena realización de la Alianza entre Dios y los hombres y las mujeres.
La primera lectura expone el oráculo del profeta Isaías. El rey Acaz desea aliarse con el rey de Asiria para defenderse de las acechanzas de sus vecinos (rey de Damasco y rey de Samaria). Isaías se opone a cualquier alianza que no sea la alianza de Yavéh. Lo que el profeta propone al rey es una respuesta de fe y de confianza total en la providencia de Dios, verdadero rey de Jerusalén. El rey Acaz debía confiar en el Señor y no aliarse con ningún otro rey. Sin embargo, el rey Acaz ve las cosas desde un punto de vista terreno : desea aliarse con el más fuerte, el rey de Asiria. Isaías sale a su encuentro y lo apremia: "pide un signo y Dios te lo dará. Ten confianza en Él". Sin embargo, el rey Acaz teme abandonarse en las manos de Dios y se excusa diciendo: "no pido ningún signo". En su interior había decidido la alianza con los hombres despreciando el precepto de Dios. Isaías se molesta y le ofrece el signo: "la Virgen está encinta y da a luz un hijo y le pone por nombre Emmanuel, es decir, Dios con nosotros". La tradición cristiana ha visto en este oráculo un anuncio del nacimiento d
e Cristo de una virgen llamada María . Así lo manifiesta el Evangelio de Mateo : María esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo y este será el Cristo. . Esta fe en Cristo se recoge admirablemente en el prólogo de la carta a los romanos. El apóstol Pablo ofrece una admirable confesión de fe en Cristo Señor. Nacido según lo humano de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios. Pablo subraya el origen divino del Mesías y, al mismo tiempo, su naturaleza humana como "nacido de la estirpe de David". Verdadero Dios y verdadero hombre.
Para reflexionar
Estamos al el final de "espera" de aquel que vendrá. El Adviento es el tiempo de ser para preparar y recibir el amor de Dios, un amor que invita a las personas a confiar en Dios-Emanuel y servir con alegría unos a otros. En tiempo del Adviento reflejamos con el amor y paciencia la venida del Mesías, el Salvador. Dios preparó su venida, su llegada, cuidadosamente, con amor y misericordia. Para que el Salvador viniese al mundo Dios invitó y llamó a personas simples para que le sirvieran.
El desea habitar, morar en medio de la humanidad, quiere ser gente como la gente, quiere encarnarse, desea colocar su amor más cerca de cada uno/una de nosotros en Cristo Jesús, su hijo. Para eso, necesita contar con la ayuda de algunas personas. Dios no lo puede hacer solo, a pesar de su omnipotencia, decidió contar con colaboradores (a), instrumentos suyos en el gran plan de amor y salvación por la a humanidad.
El gran desfío: disposición para servir en amor". Dios cumple su promesa al enviar al Mesías esperado al mundo, su amor jamás termina, se extiende a todas las generaciones. Él lo hace de forma libre, gratuita, con disposición de servir a la humanidad. Así también María comprendió su misión y decidió servir a Dios de forma libre y gratuita, movida por el amor, cuando acepto ser la madre del Salvador.
Fue eso lo que sucedió cuando un ángel fue enviado para anunciar a María que ella seria la madre del hijo de Dios, el Altísimo. Su primera reacción fue de un gran susto, al ver a un ángel dirigiéndose hacia ella, diciendo "Alegrete María, pues ¡Dios te ha bendecido de manera especial! El Señor está contigo. Si, ella se quedó perpleja, sin saber qué hacer, sin entender lo que significaba aquello. ¿Qué es lo que quería este ángel con una simple mujer del pueblo de Israel, que morava en Nazaret de Galilea, un lugar sin mucha importancia? Su espanto fue tan grande que ella no podía hablar, ni responder, ni preguntar al ángel sobre lo que él desea, lo que él quiere... Con certeza el ángel percibió el estado de pánico y miedo en que María quedó y le dice: "No temas! Dios está contigo. Vas a quedar embarazada y tendrás un hijo, a quien le pondrás por nombre Jesús. El será un gran hombre, será rey y su reinado no tendrá fin”.
Esperar y confiar en lo que vendrá: María sabia de la esperanza que animaba al pueblo, de la acción liberadora de Dios a los que en el confiaban. Por conocer las promesas sobre la venida del Mesías, María confía en las palabras del ángel, dándole la razón. Sabía que el Mesías vendría. Pero lo que ella no sabía, ni siquiera se hubiera imaginado, es que ella estaría incluida en este acto, al ser llamada y convocada para ser madre del niño Jesús. Por eso ella quería entender mejor como iba a suceder.
Sara, Isabel, María, tantas mujeres fueron bendecidas por Dios a lo largo de la historia y con sus acciones, coraje, disposición y servicio, pudieron experimentar una nueva vida da parte del Creador, para lo cual nada es imposible.
Disponernos en apertura y humildad a la invitación de Dios : Cuando María comprendió de que se trataba la acción del Dios que todo lo puede, todo lo alcanza y todo lo consigue, ella prontamente se dispuso a servirle y dice: "Heme aquí Señor, soy tu sierva, que se cumpla en mi tu palabra". Qué hermoso gesto el de María. Colocarse a disposición para servir a Dios en amor gratuito... ella no hace más cuestionamientos, no entra en detalles de cómo será, simplemente acepta y desea servir, participar con alegría del plan de salvación que Dios tiene para toda la humanidad.
Así como María son muchas las personas que necesitan ejercitar su fe, creer con todas sus fuerzas, con el cuerpo y el alma, confiar en las promesas de Dios, en sus palabras, en su acción en este mundo, en su modo de actuar al escoger gente simple y humilde para servirle, para hacer parte del plan de salvación, de entregarse enteramente en las manos del Creador. Sin embargo ¿En cuántas propuestas las personas de hoy confían sus vidas, propuestas falsas, pasajeras.... que no son sólidas... que no ofrecen liberación ni transformación a partir del amor, de la humildad, de la disposición para servir con fe y amor a Dios y al próximo?
Sólo puede servir quien acredita, quien confía en Dios que quiere vida plena y digna para todas las personas, sólo sirve quien tiene humildad, quien quiere seguir a aquel que nos sirvió primero y quien quiere dar testimonio de su amor como lo hicieron tantos profetas, profetisas, apóstolos, discípulos/as de Jesús en tantos tiempos y lugares. Quien sirve es movido por amor no por intereses.
Sugerencias pastorales
Como cristianos y cristianas que se preparan para celebrar el nacimiento necesitamos rescatar en lo días de hoy estas dos palabras: amor y servicio. Precisamos afirmar el testimonio que nuestra fe es movida por el amor, no por interés o retribuciones. Servimos y amamos porque Dios nos amó primero. Esa es nuestra motivación en este tiempo de adviento y navidad. En nuestro mundo capitalista somos educados a actuar conforme a la ley que dice: "solo lo hago si se paga, o si se gana algo a cambio". Pero Dios invierte esta lógica individualista y egocéntrica al llamar a personas para brindarse gratuitamente y hacerse presente en nuestra vida, desea estimularnos para que demos un poco de nosotros a aquellos que nada o poco poseen, que sea con gestos, palabras y acciones.
Hagamos de esta Navidad una oportunidad para que podamos creer más en Dios, en su amor por nosotros, en sus acciones liberadoras, y en su desafío para servirnos con más alegría y gratitud así como lo hizo María. Que la actitud de esta humilde servidora nos conmueva y mueva en nuestros corazones y a nuestro entendimiento. Y que la paz de Dios esté en nuestro servir y amor hoy siempre. Amén.

ORACIÓN CUARTO DOMINGO

Señor,
Descúbrenos la alegría
de la paciente espera,
activa y fecunda,
comprometida por la vida
de los que nos rodean.
Enséñanos a hacer crecer
la esperanza de algo nuevo,
anímanos a entregar nuestras vidas
para la construcción del Reino.
Es tiempo de espera, Señor,
pero también es tiempo de donación
y compromiso efectivo.
Ayúdanos a hacerlo siempre realidad
Amén.
.
Nos Bendecimos cantando

Dios te bendiga Dios te proteja
Dios te de la paz, Dios te de la paz

PARA REFLEXIONAR DURANTE LA SEMANA EL CORAZÓN PERFECTO.

Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca.
Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni máculas ni rasguños.
Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto.
Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar.
De pronto un anciano se acercó y dijo: "¿Por qué dices eso, si tu corazón no es ni
tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío?
Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor.
Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.
La mirada de la gente se sobrecogió -¿como puede él decir que su corazón es más hermoso?, pensaron..
El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír.
"Debes estar bromeando," dijo. "Compara tu corazón con el mío...
El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."
"Es cierto," dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me
involucraría contigo...
Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor.
Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado.
Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto.
Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro,
porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido."
"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio.
De ahí quedaron los huecos - dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor
que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amandoy alimentan la esperanza, que algún día -tal vez-regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón."
"¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?"
El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas.
Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.
El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven.
La pieza se amoldó, pero no a la perfección.
Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.
El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.
¡Desde aquí puedo ver lo hermoso que es tu corazón!

MENSAJE DEL DOMINGO 05 DE DICIEMBRE

¿ JUSTICIA ?

Por: Dra.Dora Canales

En los días que corren, la situación de muchos países, familias y grupos humanos de toda índole, es de tristeza, desaliento y amarguras. Abunda la dureza de corazones, el egoísmo que asfixia, las tinieblas de la violencia y el odio. Diversos afanes de placer priman incentivados por el consumo y se experimenta una desmedida acumulación de bienes a costa de la pobreza y miseria de otros y otras. Cada vez se hacen mas abismales las diferencias entre ricos y pobres creando tensiones y temores porque ante la perspectiva de choques violentos, se ve amenazada la paz, la concordia y el buen entendimiento en la sociedad.

COMPARTIENDO RECURSOS

Agradecemos a nuestros hermanos quienes comparten sus recursos para usarlos en este tiempo de Navidad en sus Iglesias. Compartimos este recurso de una Obra de teatro que puede ser adaptado para su iglesia local. Aporte de Nuestro hermano Fernando Sevillano de la Iglesia Metodista de La Victoria.


DESCARGA: OBRA DE TEATRO

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO

LA ALEGRIA DE AQUELLO QUE ESPERAMOS

Cantamos: //Ya viene, ya viene, ya viene la navidad//
//Encendamos la vela, de la alegría//
//y con ella encendida la alegría llegará//

Encendemos la tercera vela de adviento (vela amarilla)

Lectura Bíblicas: Isaías 35, 1-6.8.10 Salmo 146 Santiago 5, 7-10 Evangelio: Mateo 11, 2-11

Nexo entre las lecturas

La liturgia del tercer domingo de Adviento subraya de modo particular la alegría por la llegada del Mesías. . Se trata , dado que la salvación se ha hecho presente en Cristo Jesús , de una cordial y sentida invitación para que nadie desespere de su situación, por difícil que ésta sea. El profeta Isaías, en un bello poema, nos ofrece la imagen bíblica del desierto que florece y del pueblo que canta y salta de júbilo al contemplar la Gloria del Señor. Esta alegría se comunica especialmente al que padece tribulación y está a punto de abandonarse a la desesperanza. El salmo 146 canta la fidelidad del Señor a sus promesas y su cuidado por todos aquellos que sufren. Santiago, constatando que la llegada del Señor está ya muy cerca, invita a todos a tener paciencia: así como el labrador espera la lluvia, el alma espera al Señor que no tardará. El Evangelio de Mateo, finalmente, pone de relieve la paciencia de Juan el Bautista quien, en las oscuridades de la prisión, es invitado por Jesús a permanecer hasta el fin, fiel a su misión.

Para reflexionar

1. El mensaje del desierto. En el Antiguo Testamento el desierto como lugar geográfico, es como la tierra que "Dios no ha bendecido", lugar de tentación, de aridez y desolación. Esta concepción cambió cuando Yahveh hizo pasar a su pueblo por el desierto antes de introducirlo en la tierra prometida. A partir de entonces, el desierto evoca, sobre todo, una etapa decisiva de la historia de la salvación: el nacimiento y la constitución del pueblo de Dios. El desierto se convierte en el lugar del "tránsito"; el lugar que se debe pasar cuando uno sale de la esclavitud de Egipto y se dirige a la tierra prometida.
El camino del desierto es el lugar Yahveh purifica a su pueblo, le da la ley, le ofrece innumerables pruebas de su amor y fidelidad. El desierto se convierte, así lugar de de la acción paterna de Dios. Cuando el profeta Isaías habla del desierto florido expresa esta convicción: Dios siempre cuida de su pueblo y, en las pruebas de este lugar desolado, lo alimenta con el maná que baja del cielo y con el agua que brota de la roca, lo conforta con su presencia y compañía hasta tal punto que el desierto empieza a florecer.

En nuestra vida hay momentos de desierto, momentos de desolación, de prueba de Dios, en ellos, más que nunca, el Señor nos repite por boca del profeta Isaías: fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, decid a los cobardes de corazón, sed fuertes, no temáis. Mirad que vuestro Dios viene.

2. Sed fuertes, no temáis. Parece ser ésta la principal recomendación. Sed fuertes, que las manos débiles no decaigan, que las rodillas vacilantes no cedan, que el que espera en la cárcel (Juan Bautista) persevere pacientemente en su testimonio: Dios en persona viene, Dios es nuestra salvación y ya está aquí.
Es preciso ir al corazón de Juan Bautista para comprender la tentación de la incertidumbre; Juan era un hombre íntegro de una sola pieza; un hombre que nada anteponía al amor de Cristo y a su misión como precursor; un hombre ascético, sin respetos humanos y preocupado únicamente de la Gloria de Dios. Pues bien, Juan experimenta la terrible tentación de haber corrido en vano, de sentir que las características mesiánicas de Jesús no correspondían a lo que él esperaba. Experiencia tremenda que sacude los cimientos más sólidos de aquella inconmovible personalidad. Con toda humildad manda una legación para preguntar al Señor: ¿Eres realmente Tú el que ha de venir? La respuesta de Jesús nos reconduce a la primera lectura. Los signos mesiánicos están por doquier: los ciegos ven, los cojos andan, los sordos oyen y a los pobres se les anuncia la buena noticia. Juan entiende bien la respuesta: ¡es Él y no hay que esperar a otro! ¡Es Él! ¡El que anunciaban las profecías del Antiguo Testamento! ¡Es Él y, por lo tanto, debe seguir dando testimonio hasta dar su propia vida. ¡Juan Bautista permanece fiel!

3. El Señor viene en persona. Éste es el motivo de la alegría, de la fortaleza. Es Dios mismo quien viene a rescatar a su pueblo, quien se hace presente en el desierto y lo hace florecer. Es Dios mismo quien nace en una pequeña gruta de Belén para salvar a la humanidad. Es Dios mismo quien desciende y cumple todas las esperanzas mesiánicas. Admirable intercambio: Dios toma nuestra humana naturaleza y nos da la participación en la naturaleza divina.

Sugerencias pastorales

1. La alegría debe ser un distintivo del cristiano. La alegría cristiana nace de la profunda convicción de que en Cristo, el Señor, el pecado y la muerte han sido derrotados. Por eso, al ver que El Salvador está ya muy cerca y que el nacimiento de Jesús es ya inminente, el pueblo cristiano se regocija .
Nos encaminamos a la Navidad y lo hacemos con un corazón lleno de gozo. Sería excelente que nosotros recuperáramos la verdadera alegría de la Navidad. La alegría de saber que en el niño Jesús, Dios mismo, está allí por nuestra salvación y que no hay, por muy grave que sea, causa para la desesperación. De esta alegría del corazón nace todo lo demás.
Sin embargo, es necesario que nuestra alegría sea verdadera, profunda, y sincera. No son los regalos externos, no son los villancicos, o el tiempo de descanso lo que nos da la verdadera alegría, sino la amistad con Dios. ¡Que esta semana sea de una preparación espiritual, de un gozo del corazón, de una alegría interior al saber que Dios, que es amor, ha venido para redimirnos

2. Salimos al encuentro de Jesús que ya llega, con buenas obras. Hay que salir al encuentro con nuestras vidas dando testimonio vivo del amor de Dios, sobre todo con alegría y a través del servicio atento a los demás y así asumir una tarea que permita dar los pasos firmes para acercarnos a Jesús. Conviene no olvidar que la mejor manera de salir al encuentro de Jesús es el amor y la misericordia: el amor en casa entre los esposos y con los hijos; el amor y la misericordia con los pobres y los necesitados, con los ancianos y los olvidados. Hay que formar un corazón sensible a las necesidades y sufrimientos de nuestro prójimo. Es esto lo que hará florecer el desierto.

3. La venida de Jesús: una invitación a tomar parte en el misterio de la redención de toda la humanidad. El cristiano no es un espectador del mundo, él participa de las alegrías y gozos así como de las penas y sufrimientos de todos los seres humanos. "El gozo y la esperanza, la tristeza y la angustia de las personas de nuestro tiempo, sobre todo de los que menos tienen y de toda clase de afligidos, son también gozo y esperanza, tristeza y angustia de los discípulos de Cristo, y nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. El cristiano es por vocación, así como lo era Juan Bautista, uno que prepara el camino de Cristo en las almas. Debe participar en la vida y en la misión de la Iglesia. Debe sentir la dulce responsabilidad de hacer el bien, de predicar a Cristo, de conducir las almas a Cristo, porque el mensaje y la misión están en la entraña misma de la condición cristiana.

"¡Caminemos con esperanza!
Un nuevo milenio se abre ante la Iglesia como un océano inmenso en el que hay que aventurarse, contando con la ayuda de Cristo. El Hijo de Dios, que se encarnó hace dos mil años por amor a la humanidad y a su creación, realiza también hoy su obra. Hemos de agudizar la vista para verla y, sobre todo, tener un gran corazón para convertirnos en sus instrumentos... El Cristo contemplado y amado ahora nos invita una vez más a ponernos en camino: "Id pues y haced discípulos y discípulas a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt 28,19). El mandato misionero nos introduce en el tercer milenio invitándonos a tener el mismo entusiasmo de los cristianos de los primeros tiempos. Para ello podemos contar con la fuerza del mismo Espíritu, que fue enviado en Pentecostés y que nos empuja hoy a partir animados por la esperanza "que no defrauda" (Rm 5,5).


ORACIÓN TERCER DOMINGO: ESPERANZA

Señor de la Alegría:

Te pedimos con humildad,
que podamos convertir nuestras manos
como lugar de caricia, cercanía y aproximación,
respeto y sanación, ayuda y ofrecimiento,
y no como lugar de codicia, pasividad, dureza,
causa de heridas y acusación.
Que alcemos las manos en signo de bendición,
de paz, de acogida, de perdón.
Que podamos guardar nuestros dedos acusadores,
ofensivos y defensivos.
Que no tengamos miedo que nuestras manos se puedan
manchar con la suciedad, la podredumbre y la miseria humana.
Que podamos tender nuestras manos al que viene,
porque desea transformarnos y limpiarnos
dejarnos sanos y limpios.
Déjate tocar por Sus manos,
para que tus manos sigan queriendo tocar,
bendecir, curar, devolver la dignidad y la alegría. Amén


Canción: La Alegría
La alegría está en el corazón de aquel
que conoce a Jesús; la verdadera paz
está en aquel que ya conoce a Jesús.
Un sentimiento tan precioso
que viene del Señor,
es el amor de aquel que ya conoce a Jesús.
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya.
Un sentimiento tan precioso
que viene del Señor,
es el amor de aquel que ya conoce a Jesús.


Nos Bendecimos

Que en esta casa no triunfe la tristeza
y que se descortinen horizontes de alegría
Que en esta morada todo sufrimiento sea superado
y que se despierte la solidaridad.
Que estas puertas no estén trabadas por el temor,
sino que se abran para el amor.
Que este hogar no sea dominado por la discordia
sino espacio de unidad en el respeto a la diversidad.
Que en este lugar no se plante la indiferencia,
sino que se siembre la justicia y florezca la paz
En nombre de la Divina Bondad,
de la Compasión Infinita
y de la Inspiración Bienhechora.
Amén

PARA REFLEXIONAR DURANTE LA SEMANA
Historia de un faro
Adaptación del cuento de Mamerto Menapace, La sal de la tierra, Editorial Patria Grande.
Un velero había salido lleno de esperanza del puerto de Buenos Aires buscando el Pacífico. No tenía más remedio que bordear la tierra a través del Cabo de Hornos y torcer hacia la derecha rumbo hacia el mar grande. Por eso puso confiado proa al sur, aunque su meta fuera el oeste. Pero el cambio de rumbo no se hizo. Lo cierto fue que, por alguna razón continuó al sur, rumbo al frío, rumbo al polo.
El error se fue haciendo duda y poco a poco la duda floreció en angustia. El pobre velero se encontró pronto rodeado por los témpanos, el frío y las tormentas. Entonces fue cuando se tuvo conciencia de estar marchando hacia la nada, el frío y la muerte. ¿Seguir?, ¿Para qué? , Si cada esfuerzo hacia adelante era un paso hacia la nada fría de la muerte. Preguntaron entonces a las estrellas. Pero las estrellas revoloteaban en círculo. Entonces ¿nada había ni en el barco ni en el cielo, que fuera capaz de devolver el rumbo? Porque el hecho de no saber dónde se estaba, quitaba todo sentido a lo que se tenía.
Y fue entonces cuando se recibió el mensaje: Tres cortas… una larga… silencio. Tres cortas… una larga… silencio. Tres… Un brillo intermitente despertó la curiosidad de esos hombres . No. No podía ser una estrella, demasiada cercana. Era un faro que continuaba fiel con el ritmo de sus intermitencias: tres cortas… una larga… silencio. Tres…
Los marineros aturdidos por el ruido y la tormenta que silbaba añoraban una señal más poderosa. El faro en su soledad tenía sólo un medio para comunicar y manifestarse: la fidelidad al ritmo de sus intermitencias. Y continuó lanzando su mensaje de luz. ¿Desembarcar en el faro? Era imposible debido a los arrecifes.
El velero contaba entre sus bienes con un libro de faros y así los marineros pudieron identificar el mensaje de ese faro y con ello, un punto de referencia para su posición. Cada cosa antes incoherente, aportó su pequeño mensaje : la posición del sol en el horizonte, la hora del reloj, la danza de la brújula, y hasta las mismas estrellas. El barco viró en redondo. Y con ello los marineros supieron que para ese velero comenzaba la oportunidad de salvarse.
No había cambiado nada en la geografía, seguían rodeados por los témpanos, el frío, las olas y los vientos, sin embargo ahora , en lugar de avanzar hacia la muerte y la nada, lo hacían hacia la luz, hacia la vida, hacia el encuentro con los demás seres humanos.
Había que hacer frente a todo lo que los había conducido hasta allí pero, la diferencia estaba en que ahora los esfuerzos tenían sentido porque conducían a la vida. Porque entre los navegantes, lo que desanima no es el tener que hacer esfuerzos, sino el que esos esfuerzos sean gestos vacíos de sentido.
Poco a poco fue quedando atrás toda esa geografía polar, las estrellas fueron inclinando sus órbitas buscando el horizonte, y la brújula fue estabilizándose. Se siguió navegando con fidelidad a esa ruta, proa hacia esa meta donde muere el sol.
Allá quedó el faro. Exigido por la fidelidad al ritmo de sus intermitencias, a su geografía polar y a su silencio. Porque el misterio personal del faro exige fidelidad a su arrecife, y un profundo respeto por la ruta personal de cada navegante, lo que no quita que a veces sufra de nostalgia al recordar a los veleros.

COMPARTIMOS CALENDARIO PARA VIVIR EL ADVIENTO Y NAVIDAD 2010

Ahora usted puede bajar nuestro Calendario de Adviento y Navidad para vivir cada día esta maravillosa experiencia con nuestro amado Dios. Solo haga click en la imagen para ver los detalles de cada día basados en los Salmos. Si quiere imprimirlo vaya al link sobre FILE y haga click sobre Download original.


Dios los Bendiga.

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SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO

La vela de la justicia
ESTA CERCA EL REINO….LOS PIES

Canción: //Ya viene, ya viene, ya viene la navidad//
//Encendamos la vela, la vela de la justicia//
//y con ella encendida la justicia reinará//

Encendido de la segunda vela de adviento (La vela azul)

Lecturas Bíblicas
Primera: Isaías 11:1-10
Salmo 72:1-7.18-19
Segunda: Romanos 15:4-13
Evangelio Mateo 3:1-12

Nexo entre las lecturas

Está cerca el Reino de Dios. Esta afirmación del Evangelio de San Mateo (EV) parece ofrecernos un elemento unificador a las lecturas de este domingo segundo de adviento. El Reino era la más alta aspiración y esperanza del Antiguo Testamento: El Mesías debía reinar como único so
berano y todo quedaría sometido a sus pies. El hermoso pasaje de Isaías ilustra con acierto las características de este nuevo reino mesiánico: "brotará un renuevo del tronco de Jesé... sobre él se posará el espíritu... habitará el lobo con el cordero, la pantera se tumbará con el cabrito.
Habrá justicia y fidelidad". Ante la inminencia de la llegada del Reino de los cielos se impone la conversión. Juan Bautista predica en el desierto un bautismo de conversión. Se trata de un cambio profundo en la mente y en las obras, un cambio total y radical que toca las fibras más profundas de la persona. Precisamente porque Dios se ha dirigido a nosotros con amor benevolente en Cristo, el hombre debe dirigirse a Dios, debe convertirse a Él en el amor de donación a sus hermanos: acogeos mutuamente como Cristo os acogió para Gloria de
Dios.

Para reflexionar

1. En Cristo Jesús encuentra realización la esperanza mesiánica. El pueblo de Israel esperaba un tiempo de paz y de concordia. Se trataba de un anhelo íntimo que se fundaba en la promesa misma del Señor. No sería un reino de características humanas, sino un reino divino revestido de poder y majestad. Este reino mesiánico sería como un nuevo cielo y una nueva tierra en los que ya no habría pecado, muerte y dolor. Esta esperanza del pueblo de Israel contrastaba fuertemente con las dificultadas, luchas y
pecados de su historia. Sin embargo, su esperanza nunca venía a menos. Pues bien, Juan Bautista anuncia a la casa de Israel que, en Jesús, toda aquella expectación mesiánica encontraba su cumplimiento: "Convertíos está cerca el Reino de los cielos... Preparad el camino del Señor..." El Señor nos había hablado por medio de los profetas, pero ahora en los últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo amado (Cfr. Hb 1,1-2) Con la llegada al mundo de Cristo Señor descubrimos el cumplimiento de todas las profecías. En Él encuentra cumplimiento la Alianza de Dios con la vida humana, en Él tenemos la salvación, en Él accedemos a la participación de la naturaleza divina. ¡Cómo no correr llenos de entusiasmo hacia el portal de Belén cuando es Dios mismo quien viene al encuentro del ser humano! ¿Habrá quizá alguno que se quede sentado en la ociosidad cuando es Dios mismo quien ha salido a nuestro encuentro? Juan el Bautista designa a Jesús como el que viene.

2. La llegada del Reino de los cielos exige una conversión del corazón. El anuncio de Juan el Bautista coincide sustancialmente con el de Jesús: Convertíos porque está cerca el Reino de Dios (Mc 1,15). Se dirige con mucha energía a los fariseos y saduceos porque para ellos, la conversión era un hecho mental que no implicaba la totalidad de la persona. En ellos se daba una división interior: atendían a los mínimos detalles de la ley, pero descuidaban el precepto de la caridad; se protegían del juicio de Dios con una legalidad mal disfrazada o se sentían superiores como hijos de Abraham. Su conversión era formal y no tocaba la intimidad del corazón. La conversión que exige el Bautista es una conversión que pide un cambio total y radical en la relación con Dios. No es una simple conversión interior, sino una conversión también exterior que llega a hacerse visible a través de nuestras acciones y pensamientos. Aquí aparece la imagen del árbol que produce frutos: el árbol bueno produce frutos buenos, el árbol malo produce frutos malos y se corta de raíz. Una verdadera conversión, por tanto, se traduce en una mayor rectitud de vida. Si bien las palabras del Bautista son palabras de fuego capaces de atemorizar al más osado, esconden una invitación a realizar uno de los actos más elevados de que es capaz el corazón humano: su conversión hacia el Padre de las misericordias, la reducción de la voluntad del mal cometido y el firme propósito de resurgir en el bien. Cuando una persona es tocada por una conversión sincera, reconoce el desorden que hay en su interior, advierte su pecado y siente una necesidad apremiante de transformación, de cambio de actitud y de comportamiento. La conversión es el momento de la verdad profunda en el que el ser humano se reconoce a sí mismo en su pecado y se abre a la verdad liberadora de Dios.

3. La conversión del corazón pasa por la concordia, la sintonía de corazones. Ante las escisiones que se daban ya en tiempo de San Pablo en las primeras comunidades, el apóstol presenta el ejemplo de Cristo: se hizo servidor de los judíos para probar la fidelidad de Dios y acoge a los gentiles para que alaben a Dios por su misericordia. La concordia, la unión de corazones, estar de acuerdo entre nosotros, es lo propio del cristiano. Este es el modo de apresurar la venida del Reino de Dios: la entrega sincera de sí mismo a los demás. El cristiano, por medio de su bautismo, ha sido injertado en la muerte y resurrección de Cristo y vive una nueva vida: la vida que es donación, que es servicio para los hermanos en la fe y acoge a los hombres para llevarlos a la verdad del Evangelio.

Sugerencias pastorales

1. Poner la mirada en el futuro con esperanza. En muchas ocasiones la experiencia del propio pecado o del pecado ajeno nos puede postrar y crear un estado de desilusión o desespero. La llegada del Reino de los Cielos en Cristo Jesús nos invita a lo contrario: Que la mirada, pues, esté puesta en el futuro. El Padre misericordioso no tiene en cuenta los pecados de los que nos hemos arrepentido verdaderamente (Cf Is 38,17). Él realiza ahora algo nuevo y, en el amor que perdona, anticipa los cielos nuevos y la tierra nueva. Que se robustezca, pues, la fe, se acreciente la esperanza y se haga cada vez más activa la caridad, para un renovado compromiso cristiano en el mundo del nuevo milenio no nos dejemos llevar por el mal, más bien venzamos al mal con el bien. No perdamos el ánimo ante los pecados del mundo, más bien escuchemos la voz de Cristo que nos invita a tomar parte en la redención del mundo con nuestro propio sacrificio.

2. La conversión nunca termina. Es un hecho que en nuestro caminar hacia Dios descubrimos muchas faltas y deficiencias personales. A pesar de nuestros anhelos de santidad, tenemos que hacer las cuentas con nuestra propia debilidad. Cada día, cada momento de nuestra vida es una nueva oportunidad para convertir el corazón, para "purificar la memoria", para elevar la mente y el corazón a Dios y pedirle: "Señor, perdóname". Este pequeño y gigantesco acto de fe nos dispone a acoger el Reino de los cielos, más aún, construye el Reino de los cielos de acuerdo con los planes de Dios. Vivamos pues ante la mirada de Dios sabiendo que Él viene y no tardará y nos juzgará por lo que no fuimos capaces de hacer. “A Belén se va y se viene por caminos de justicia. Amén


Oración segundo domingo de adviento: ¿CUÁNDO ES NAVIDAD?

Es Navidad cuando secas una lágrima en los ojos de un niño
Es Navidad cuando dejas caer las armas y haces nacer la paz
Es Navidad cuando pones fin a una guerra y se enlazan las manos
Es Navidad cuando haces retroceder la miseria con tu generosidad
Cada día podría ser Navidad en la tierra porque Navidad, hermanos es AMOR
Es Navidad cuando el corazón olvida la ofensa y se abre el perdón
Es Navidad cuando aparece la esperanza de un amor más real
Es Navidad cuando muere la mentira y renace la fidelidad
Es Navidad cuando el sufrimiento encuentra la dulzura de la amistad
Cada día podría ser Navidad en la tierra porque Navidad hermanos y hermanas es ENCUENTRO
Es Navidad en los ojos del pobre abandonado que visitas en el hospital
Es Navidad en el corazón del marginado que acoges en tu hogar
Es navidad en las manos del hambriento que recibe un poco de tu pan
Es Navidad para los hombres y mujeres de todas las razas que viven la fraternidad
Cada día podría ser Navidad en la tierra porque Navidad, hermanos es PAZ

Canto: Tiempo de Navidad
Ya se escucha una voz que está anunciando
que está llegando en medio nuestro a vivir
es la promesa de hace tiempo esperada
vendrá por siempre a nuestra vida animar

//vendrá, vendrá
a nuestra vida animar//

Ven a traer a nuestro pueblo la alegría
y la esperanza de una vida para todos.
cumpliose el tiempo, se acabo toda agonía,
Se aleja toda la tristeza y el dolor.

//Vendrás, vendrás
Trayendo paz y mucho amor//

En ti los poderosos serán derrotados
y a los pequeños por fin veremos reinar.
y toda gente que ahora es humillada
tendrá derecho de vivir y ser feliz.

//Tendrá, tendrá,
Tendrá derecho a ser feliz.//

Quiero que vengas a vivir junto a tu pueblo
para vivir con plenitud tu nacimiento
y así sembrar toda simiente de justicia
de un reino bueno y nuevo, del cual es señal.

//Vendrás, vendrás
Tu reino es buena señal//

Zeni de Lima Soares y Flávio Irala
(Traducido por Dra. Dora Canales y Rev. Javier Ochoa)

Nos Bendecimos:

Que Dios, para quien la noche es tan clara como el día, guie tus pasos en el camino.
Que Dios, quien está contigo cuando te levantas y cuando te sientas, te rodee con su amor y te sostenga de la mano.
Que Dios, quien conoce tu camino y tus lugares de descanso, este contigo cuando esperas, sea tus buenas noticias para compartir, y te guie en el camino que es eterno. AMEN

Historia:

¿Culpable o inocente?
Cuenta una antigua leyenda que, en la Edad Media, un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente en el reino y, por eso, desde el primer momento se procuró un "chivo expiatorio", para encubrir al culpable.

El hombre fue llevado a juicio ya sabiendo que tendría escasas o nulas chances de escapar al terrible veredicto: ¡la horca!. El Juez, también complotado, cuidó no obstante, de dar todo el aspecto de un juicio justo y, por ello, dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de Él tu destino: vamos a escribir en dos papeles separados las palabras "culpable" e "inocente". Tú escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino". Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: "Culpable". Y la pobre víctima, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria. El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Este respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y, cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y, con una extraña sonrisa, tomo uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente. Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente..."Pero, ¿qué hizo...?. Y ahora...?.¿Cómo vamos a saber el veredicto...?.

Es muy sencillo, respondió el hombre". Es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que elegí y me tragué". Con rezongos y enojo mal disimulados, debieron liberar al acusado, y jamás volvieron a molestarlo...!!

Aporte de Alejandro Faber (Argentina)

ADVIENTO: Una invitación a esperar con gozo su venida

CELEBREMOS ADVIENTO Y NAVIDAD


Con alegría queremos invitarles a compartir durante este período una nueva experiencia de evangelización, donde la Navidad tendrá otro sentido para cada uno de nosotros y nosotras.

Es nuestro deseo que nuestro compromiso con la obra de Nuestro Señor Jesucristo como comunidad de fe vaya de la mano con la tarea de ser testigos y testigas del Evangelio y preparar nuestros corazones, nuestro espíritu y nuestras manos para vislumbrar lo que espera como personas y como congregación, el Señor, y llevar a otras vidas esta gran noticia de Dios
Nuestro Salvador el cual permita que podamos vivir con plenitud su presencia .

Por ello con amor y agradecimiento a Dios, les presento este material, que esperamos pueda ser una guía para la reflexión y meditación en sus hogares en estos tiempos de Adviento y Navidad.
Elevamos nuestras oraciones a Dios, pidiendo que nuestros hogares se vean fortalecidos por la presencia del Espíritu Santo y nos permita crecer en un mismo espíritu para compartir la buena nueva que el mundo está esperando, que es la llegada de El Emmanuel a nuestra vidas y hogares.


Rev. Javier Ochoa Jara
Noviembre del 2010


INTRODUCCIÓN

¿Qué es el Adviento?
El Adviento es tiempo de esperanza y preparación en el cual recordamos cómo las profecías acerca de la venida de Jesucristo fueron cumplidas a través del tiempo y la distancia. Es también un tiempo propicio para reflexionar sobre el amor de Dios y preparar nuestro espíritu para recibir en nuestro corazón al Rey de reyes, Jesucristo.

¿Y qué es Navidad?

Durante el Tiempo de Navidad recordamos que Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros por lo que agradecemos:
El estar con la familia, estar vivo, tener un pan de cada día, contar con un techo, y reconocer que Jesús vino a este mundo por nosotros y para nosotros.

¿Cómo será esta Navidad para nosotros?

Para que la Navidad cobre sentido en nuestra vidas es necesario que tomemos el tiempo para prepararnos y darle así su valor real.
Entonces es cuando el Adviento cobra importancia.


La Corona de Adviento
En esta época del año utilizamos una corona llamada "corona de adviento" hecha de ramas verdes que simbolizan la esperanza en la venida de Cristo al mundo. el circulo de la corona es símbolo de la eternidad, porque no tiene principio ni fin, así como Dios que no tuvo principio ni tendrá fin.
Alrededor de la corona se colocan cuatro velas que representan las semanas de preparación para el nacimiento de Jesús, nuestro Salvador. Las luces de estas cuatro velas, que se van encendiendo cada domingo, representan temas de nuestra vida cristiana.
La quinta vela, que va al centro de la corona, nos recuerda a nuestro Señor Jesucristo como la luz del mundo.

METODOLOGÍA

Para que el material sea compartido con más personas recomendamos que las reflexiones se hagan cuando las familias y amigos se encuentren reunidas.

Actividades sugeridas para cada domingo:

Leer el texto bíblico y analizarlo, encontrando alguna relación. Sería hermoso que cada miembro de la familia realice esta actividad.
Redactar una lista de las actitudes que encontramos en los cuentos, y cuales de ellos quisieran ver reflejados en sus familias y comunidad.. Podemos pegarlo en un lugar visible del hogar.
Tener momentos de Canto y oración .
Hacer un calendario que simbolice los domingos de adviento e ir colocando en cada domingo un símbolo representativo de la reflexión.
Sugerencia:
- Mapa de Israel:
- Dibujar el camino desde Galilea hasta Belén
- Cada domingo se coloca la frase o palabra clave y el sentido

Primer Domingo de Adviento


DESPERTAD LOS OJOS

encendemos la vela verde la Esperanza

Cantamos: //Ya viene, ya viene, ya viene la navidad//
//Encendamos la vela, de la esperanza//
//y con ella encendida la esperanza surgirá//

Encendido de la primera vela (vela verde)

Lecturas Bíblicas
Primera: Isaías 2, 1-5
Salmo 122
Segunda: Romanos 13, 11-14
Evangelio: Mateo 24, 37-44


Nexo entre las lecturas

Hay que salir al encuentro del Señor que se acerca; hay que hacerlo acompañado de las buenas obras. Este es el punto central que unifica las lecturas de este primer domingo de adviento. El Señor volverá, esto es una certeza que nace de las palabras mismas de Cristo en el Evangelio. Sin embargo, no conocemos ni la hora ni el día de su llegada, por eso la actitud propia del cristiano y de la cristiana es la de una amorosa vigilancia La visión del profeta Isaías, resume espléndidamente la actitud propia para este adviento: estamos invitados a salir al encuentro del Señor que nos instruye en sus caminos. Salir a su encuentro iluminado por la luz que irradia el amor de Dios por cada uno de nosotros los hombres.

Para Reflexionar

1. La gozosa expectación por la venida del Señor. El adviento es un tiempo muy rico en la vida de la Iglesia que desea prepararnos para el nacimiento de Jesucristo en Belén. Nos invita a comprender el amor de Dios que se decide a entrar en la historia humana de un modo tan humilde y misterioso. Simultáneamente, el adviento llama nuestra atención sobre la segunda venida de Cristo al final de los tiempos, cuando vendrá a juzgar a vivos y muertos. Este mismo Cristo que nace de María Virgen en la pequeñez de un recién nacido, vendrá al final de los tiempos en la majestad de su gloria para juzgarnos según nuestras obras. Este primer domingo de Adviento subraya, sobre todo, la preparación de la segunda venida y nos invita a estar alertas y vigilar, porque no sabemos el día, ni la hora de la llegada.

La visión del Profeta Isaías nos presenta "el final de los días" como una explosión gozosa de la esperanza mesiánica. Todos los pueblos, todos los hombres están invitados a subir al monte del Señor, a la casa de Dios. Es difícil imaginar una esperanza mesiánica en medio de los días aciagos en tiempos del profeta, sin embargo la Palabra de Dios es eficaz y no defrauda. Dios es fiel a sus promesas. El Señor mismo será quien nos instruirá por sus caminos y a una época de guerra y desazón, sucederá una época de paz y concordia. Al final de los tiempos el Señor reinará como soberano. Al final de los tiempos vencerá el bien sobre el mal; el amor sobre el odio; la luz sobre las tinieblas. Dios mismo será el árbitro y juez de las naciones. Maravillosa visión del futuro que posee una garantía divina. Habrá que caminar a la luz del Señor hacia esta patria celeste con el corazón henchido de esperanza: Venid subamos al monte del Señor.

2. La humanidad entera camina hacia "el día del Señor", hacia la casa de Dios. No se puede caminar de cualquier modo cuando hacia Dios se va. No se puede seguir un camino distraído cuando al final del sendero se nos juzgará sobre el amor. El Salmo 122 expresa adecuadamente los sentimientos del pueblo que va al encuentro del Señor: ¡Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor! Nuestro caminar, pues, será un caminar en la luz, un caminar en el que nos revistamos de las armas de la luz. La antítesis luz-tinieblas es una metáfora común en el Antiguo Testamento: las tinieblas son el símbolo de la incontinencia, de la debilidad de alma, de la falta de esperanza; el día, por el contrario, simboliza la toma de conciencia, la posibilidad de avanzar y el inicio de una nueva situación que vendrá a culminar en el éxito. No podemos seguir viviendo en las tinieblas del pecado de la lujuria y desenfreno, nos repite el apóstol Pablo. Caminar en la luz es caminar en la nueva vida que nos ofrece el Señor por la redención de nuestros pecados. Habrá que revestirse de Cristo Jesús, en el corazón y en las obras, revestirse de Cristo Jesús para poder caminar como en pleno día.

El día de su venida está cercano. Es una afirmación que se desprende de la carta del apóstol Pablo a los romanos: la noche está avanzada, el día está por despuntar. Por eso, la actitud propia del cristiano y cristiana es la del centinela que espera la aurora. Como el centinela espera la aurora, así mi alma espera al Señor. La misma certeza que tiene el vigía nocturno de que el día llegará, la tiene el cristiano de que el Señor volverá y no tardará. Cada momento que pasa nos acerca más al encuentro con "el sol de justicia", con la luz indefectible", con "el día que no conoce ocaso". Es decir, cada vez estamos más cerca de la salvación. La vigilia que nos corresponde es una vigilia llena de esperanza, no de temores y angustias, no de desesperación y desconcierto; sino la vigilia de la laboriosidad como Noé en su tiempo; la vigilia de la fortaleza de ánimo en medio de las dificultades del mundo. El verdadero peligro no se encuentra en las dificultades y tentaciones de este mundo, sino en el vivir como si el Señor no hubiese de venir, como si la eternidad fuese un sueño, una quimera.

La imagen del ladrón que llega de noche a una hora inesperada influyó poderosamente en los primeros cristianos y cristianas como se deduce de los textos de Pedro y Pablo respectivamente (2 Pt 3, 10 y 1 Ts 5,2) y creó en las primeras comunidades una gozosa espera del Señor. Sin embargo, esta imagen no significa que el Señor viene con tono amenazante a robar nuestras posesiones, sino más bien subraya que no tenemos certeza de la hora en que vendrá y que, por tanto, hay que estar siempre preparados para salir a su encuentro.

Sugerencias pastorales

1. La belleza y el valor de la vida presente. El mundo agitado que nos ha tocado vivir invita, no pocas veces, a la tristeza y al pesimismo. El cúmulo de noticias de guerra, muertes, violaciones crean en el ánimo no sólo un desencanto, sino un verdadero decaimiento anímico y espiritual. La contemplación serena y profunda del adviento del Señor es una invitación a no dejarnos llevar por esta tentación. Por encima de las apariencias de este mundo y de sus miserias está la promesa y el amor de Dios, por encima de la noche obscura que nos rodea está el amanecer de un nuevo día y una nueva esperanza. Dios no abandona a la humanidad en sus tinieblas y en su obscuridad, Dios no se desentiende de un mundo en peligro. Él mismo viene a rescatarnos porque tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo Unigénito. No miremos ya más las tinieblas pues nada bueno de ellas obtendremos, volvamos nuestra mirada al rostro de Cristo, revistámonos en nuestro ser y en nuestras obras de Cristo el Señor.
2. Caminar en la luz. Para nosotros caminar en la luz significa vivir en gracia, despojarnos del pecado, iniciar un camino de conversión del corazón hacia el Padre de las misericordias. El adviento nos posibilita un camino de reflexión y de auto reconocimiento que nos conduzca al encuentro con el niño de Belén. Los puros de corazón verán a Dios.

Oración del primer domingo: GRACIAS

Te entrego Señor mi vida: hazla fecunda.
Te entrego mi voluntad, hazla semejante a la tuya,
toma mis manos, hazlas acogedoras,
toma mi corazón, hazlo ardiente,
toma mis pies, hazlos caminantes,
toma mis ojos, hazlos transparentes,
toma mis cansancios, hazlos tuyos,
toma mis muertes, hazlas vida,
toma mi pobreza, hazla tu riqueza,
toma mi nada, haz lo que quieras.
toma mis pecados, mis faltas de amor,
mis eternas desilusiones,
mis horas de amargura.
Dame el don de descubrir tu presencia,
el don de amarte como pueda,
el don de servir a los demás,
el don de poder esperar y
celebrar tu venida.

Canto Final :
Vienen con alegría Señor,
Cantando vienen con alegría Señor
//los que caminan por la vida Señor
Cantando tu Paz y Amor//

Vienen trayendo la esperanza
a un mundo cargado de ansiedad
a un mundo que busca y que no alcanza
caminos de amor y de amistad.

Vienen trayendo entre sus manos
esfuerzos de hermanos por la paz,
esfuerzos de un mundo más humano
que nace del bien y la verdad.

Nos bendecimos

Que la bendición del Dios de todos los tiempos, Padre y Madre, Espíritu y Vida, Principio y Fin, ilumine nuestros recuerdos,
anime nuestra vida de cada día y nos llene de esperanza para el mañana.
Que la bendición del Dios de todos los tiempos, llene nuestra vida de gratitud,
ponga alegría en nuestros corazones
y alumbre el camino que debemos andar.
Que la bendición del Dios de todos los tiempos, sea nuestra fuerza y nuestro consuelo, hoy y siempre. Amén.


Material para los más pequeños

Historia:
Había una vez un castillo rodeado por un vasto desierto. A veces una solitaria caravana se detenía allí; pero, aparte de eso, la vida del castillo era monótona, sin cambios apenas, día tras día. y año tras año. Un día el rey envió un mensaje: "Estad preparados. Nos han dicho que Dios proyecta visitar nuestro país y que desea detenerse en vuestro castillo. Estad dispuestos para recibirle". Los oficiales que vivían en el castillo, siguieron las instrucciones del rey. Dispusieron que se pintaran las paredes y se limpiaran las habitaciones, y ordenaron que el vigía permaneciera alerta a cualquier señal de la proximidad de Dios. El vigía se sintió muy orgulloso. Jamás se le había confiado antes una misión tan importante. Se pasaba el día y la noche en la torre avizorando el horizonte, constantemente alerta y atisbando los indicios de la presencia de Dios. Con frecuencia se decía: "¿Cómo será Dios? ¿Llegará con un gran séquito? ¿Vendrá acompañado de un poderoso ejército?"
Sorprendido en aquellos pensamientos, el fiel vigía pasó muchos años esperando la llegada de Dios hasta que comenzó a sentirse cansado. "¿Llegará Dios alguna vez?", se preguntaba. "¿Por qué tarda tanto en venir? ¿Querrá encontrarse con un pobre hombre como yo cuando llegue aquí?". Siguió buscando en el horizonte hasta que su vista comenzó a fallar y a duras penas podía moverse, oír o ver. Supo que su fin se acercaba. Tristemente murmuró: "He pasado toda mi vida esperando a Dios. ¿Ha sido vana mi espera?". Entonces llegó hasta él una voz; estaba tan cerca que parecía salir del fondo de su corazón. "¿No me reconoces? ¿No me ves? Estoy aquí, a tu lado, dentro de ti".
El vigía se sintió azorado, pero henchido de alegría. "Dios mío", dijo, "¿eres realmente tu? ¿Has venido por fin? . Nunca te he oído ni visto llegar. Mas, ¿por qué me has hecho esperar tanto?..." Dulcemente la voz respondió: "Desde el mismo momento en que decidiste esperarme, he estado dentro de ti. He estado aquí todo el tiempo. ¿No conoces el secreto? Sólo los que me esperan me verán".

Pregunta:
¿Cuántos momentos nos hemos encontrado esperando sentir la presencia del Señor?

Jesús, acuérdate de mi cuando vengas en tu reino

Estimados hermanos y hermanas en la fe de nuestro Señor Jesucristo

Hoy es el último domingo del año litúrgico de la iglesia y es celebrado como el festival de Cristo
Rey. Es un domingo dedicado a las últimas cosas, y en particular al juicio final, el énfasis al retorno de Cristo en gloria para inaugurar su reino de eterna bienaventuranza. También es natural, en el contexto del año eclesiástico, que el texto para meditar en este día venga de las palabras de los malhechores que se encontraban en la cruz: “Jesús, acuérdate de mi cuando vengas en tu reino!”

La fiesta de Cristo Rey se estableció en la época del ocaso de las monarquías con objeto de oponerse a los nacientes regímenes republicanos. Sus orígenes son pues controvertidos. Sin embargo, los textos con que celebramos esta fiesta nos muestran de qué manera Cristo es “Rey”.
Conviene recordar en qué consistían las esperanzas mesiánicas del pueblo judío en el tiempo de Jesús: unos esperaban a un nuevo rey, al estilo de David, tal como se lo presenta en la primera lectura de hoy. Otros, un caudillo militar que fuera capaz de derrotar el poderío romano; otros como un nuevo Sumo Sacerdote, que purificaría el Templo. En los tres casos, se esperaba un Mesías triunfante, poderoso.
El salmo que leemos hoy, también proclama el modelo davídico de “rey”. Jerusalén, la “ciudad santa” es la ciudad del poder, la ciudad del poder.

Eso explica por qué, cuando Jesús anuncia la Pasión a sus seguidores, no logran entender por qué tiene que ir a la muerte.
- El evangelio de hoy nos presenta cómo reina Jesús el Cristo: no desde un trono imperial, sino desde la cruz de los rebeldes. La rebelión de Jesús es la más radical de todas: pretende no sólo eliminar un tipo de poder (el romano, o el sacerdotal) para sustituirlo por otro, con un nombre distinto, pero basado en la misma lógica de dominación y violencia (que era lo que correspondía a las expectativas judías).
Podríamos decir que Jesús es el anti-rey según los modelos de los sistemas opresores: no quiere dominar a las demás personas, sino por el contrario, promover, convocar, suscitar, el poder de cada ser humano, de modo que cada una y cada uno de nosotros asumamos responsablemente el peso y el gozo de nuestra libertad.

Uno de los grandes sicólogos del siglo XX, Erich Fromm, plantea, en su libro El miedo a la libertad, que ante la angustia que produce en el ser humano la conciencia de estar separados del resto de la creación, adoptamos dos actitudes igualmente patológicas: dominar a otros, y buscar de quién depender entregándole nuestra libertad. En ambos casos, las personas buscamos cómo, a través de estos mecanismos, disolver esa barrera que nos separa de las otras personas y del resto del universo. El pecado fundamental del ser humano es pues un pecado de poder mal administrado, mal asumido. Y esto es el origen de todos los otros pecados: la avaricia, que conduce a un orden económico injusto; la soberbia, que nos impide ver con claridad nuestros errores y pecados; la mentira, que nos lleva a manipular o a dejarnos manipular; la lujuria, el sexo utilizado como instrumento de poder para “poseer”, oprimir; el miedo, que nos impide levantarnos y caminar sobre nuestros propios pies.
Esa es la lógica que Jesús desarticula de manera total y radical.

En la cruz Jesús derrota total y radicalmente al demonio del poder concebido como violencia y opresión por una parte y como dependencia, sumisión y alienación por otra. De este modo que inaugura así un nuevo tipo de relaciones entre las personas y con el universo entero, basadas no en la dominación/dependencia, sino en el respeto mutuo, en la armonía, en la valentía para asumir el peso de la propia libertad responsable.
- En la carta a los Colosenses, Pablo señala cómo a través de Jesús el Cristo (primogénito de todas las criaturas, preexistente y co-creador del universo, cabeza de la iglesia, primicia de la plenitud de la Creación entera) se produce la reconciliación de todos los seres con Dios. Esta y otras expresiones paulinas han dado lugar a interpretaciones erróneas, que consideran que la muerte de Jesucristo en la cruz era el precio que había que pagar para que el Padre, enojado y rencoroso, perdonara a la humanidad pecadora.
Sin embargo, los evangelios nos muestran con claridad por qué y cómo es que Jesús nos reconcilia con el Padre: no porque ese Dios, padre y madre, sea un dios rencoroso, sino porque habíamos perdido el rumbo de la auténtica unidad con Dios y con el universo entero.

Los cristianos/as proclamamos que Cristo es el alfa y omega de los tiempos, Señor de la Historia. Pero -y sobre todo- que su señorío es el de quien libera de toda forma de opresión y sumisión, que nos da la libertad del Espíritu, que nos devuelve la filiación divina oscurecida por nuestros miedos, debilidades y pecados. Cristo Rey es pues el anti-rey a los ojos del “mundo”. Es el Cordero degollado (Ap. 5, 12) quien nos reconcilia con Dios y nos lleva, no de regreso al Paraíso Perdido, sino a la utopía de la Nueva Jerusalén, en la que no habrá rodilla que doblar sin ante Dios... ése que libera, y nos manda ponernos en pie!
- Desgraciadamente, ¡cuántas veces en nuestra vida eclesial reproducimos los modelos de “reinado” del mundo, y no los de Dios en Jesucristo! ¡Cuántas veces establecemos relaciones de poder autoritarias en vez de fraternas! ¡Cuántas veces entramos en contubernio con los poderes del sistema, ya sea por acción o por omisión!
El modelo de “reinado” que nos presenta el “Cordero degollado” nos interpela y llama a la conversión.
Para la revisión de vida

- A la luz de la fiesta de “Cristo Rey” y del modelo de relaciones entre personas y con la Creación, nos invita a reflexionar y revisar nuestras propias relaciones cotidianas- de pareja, familiares, la relaciones entre los miembros de la iglesia. El evangelio nos motiva a buscar esos espacios nuevos donde podamos disfrutar realmente de la misericordia y del amor Dios, haciendo visible la justicia y la esperanza en cada uno de nuestros actos.
- Por otro el desafío constante de asumir la responsabilidad en el seno de nuestra sociedad, luchando por nuevas relaciones de poder, siguiendo el modelo de Jesucristo, el anti-rey, que nos presentan los evangelios, distanciándonos de los modelos autoritarios antievangélicos.
Fiel a este modelo de ejercer la realeza Cristo llega a la cruz y aún en la cruz continúa ejerciendo su tarea de promoción social.
Queridos hermanos y hermanas: Que nuestro Señor Jesucristo a través de su espíritu nos conduzca en el desarrollo de esta gran tarea. Amén

Rev. Javier Ochoa

¡Auxilio mis hijos no me obedecen!

¿Eres de los padres que no tiene "autoridad" sobre sus hijos?, ¿eres de los padres a quien sus hijos no le hacen caso?, ¿eres de los padres quienes tienen que exigir a sus hijos para que le obedezcan, y tienes que amenazarlos o castigarlos para que recien te obedezcan?. ¿Eres de los padres a quienes sus hijos no lo siguen?.
No pretendo darles una fórmula a forma de recetario. Cada familia, cada grupo social tiene su particularidad lo que necesitamos son princpios que sirvan como fundamento en nuestras acciones que cada uno asume y toma sus decisiones.

Aquel jefe que grita, amenaza, o se cree superior con quien esta bajo su mando no ejerce autoridad sino nos produce pena y hasta lástima. Los chicos y chicas adolescentes me comentan con que desesperación los padres se empeñan para que los obedezcan. Ellos sienten que sus padres solo les mandan para imponer su opinión y no necesariamente para enseñarles u orientarles sobre un tema.

Jesucristo nos da la pauta para orientar nuestra conducta sobre la AUTORIDAD entre los que nos rodean. En Mateo 20:21-28 se nos relata las intenciones de los discípulos (hijos de Zebedeo) y su madre de obtener el lugar derecho e izquierdo de Jesús cuando él gobierne en su reino. Un deseo de poder, que representa influencia y por que no autoridad. Jesús identifica este tipo de deseo. Que básicamente nos separa entre los seres humanos. Jesús va por ese lado de conservar la buenas relaciones entre los seres humanos. Este deseo de los discípulos causó molestia entre los demás discípulos y seguramente mucha discusión. Pero Jesús los llamó, y les dijo:–Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás (Mateo 20:25 y 26).
Esta frase "hacen sentir su autoridad sobre ellos" nos indica una imposición, la eliminación del otro y la supremacía del YO, "aqui mando yo mientras vivas bajo mi techo". Acaso no son frases conocidas. Este tipo de conducta trae molestia para quien lo escucha. No hay una preocupación por el ser humano simplemente el satisfacer su YO. Jesús nos propone un principio fundamental que puede aplicarse en nuestra realidad familiar o en el grupo social en donde estes: "el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás". SERVIR es la palabra, que integra la humildad, la sencillez. El hacer primero uno mismo lo que propone al otro. Jesús lavó los pies de los discípulos para enseñarles la humildad. No le dijo "LAVEN LOS PIES" sino el lo hizo primero. Eso marca la diferencia de dar una orden a nuestros hijos. Hacer lo que uno dice. Asi ganamos autoridad con nuestros hijos y en el ambito social también.

Te toca pensar de que forma puedes servir en tu ámbito antes de pensar o satisfacer tus deseos de poder sobre el otro. Estoy seguro que tu familia te va seguir con amor y no con temor asi como las demás personas.

Paulo Llanco
Pastor


Crisis de perspectiva de los discípulos


Jesús siempre caminaba con sus discípulos para enseñarles el propósito de su Reino. Muchos de ellos con la cultura que tenían encima, con su propia manera de pensar social y hasta política entendian a Jesús de otra manera. Luego de leer este pasaje bíblico en Juan 4:1-42, que dicho sea de paso este es un pasaje muy conocido mayormente usado para la evangelización, en el que a veces solo se ve a Jesus y la mujer
samaritana como únicos protagonistas sin pensar en la actitud de LOS DISCIPULOS de Jesús. ¿cuál es la crisis en esta situación? ¿qué problema observa usted en este relato? ¿Qué hizo Cristo para enfrentar esta crisis?.
Observemos particularmente la intervención de los discípulos en el versiculo 27 :" En esto llegaron sus discípulos y se asombraron de que hablara con una mujer; sin embargo, ninguno dijo:"¿Qué preguntas?"o "¿Qué hablas con ella?". Juan nos dice que se ASOMBRARON, o sea que desde su perspectiva Jesús no debería estar hablando con una mujer. Recordemos que en la realidad de ese tiempo mujeres y hombres no tenían los mismos derechos, la mujer practicamente era propiedad del varón, una mujer como la samaritana considerada infiel a Dios porque su pueblo se unió con otros pueblos paganos, además personalmente esta mujer tenía mala fama de esposa según las leyes judías. Aqui hay una crisis de PERSPECTIVA, DE VISIÓN de la misión por parte de los discípulos. Primero los discípulos cuidan las formas, el qué dirán, primero esta sus propios prejuicios, de sentenciar antes de averiguar qué pasa. Jesús ve a la PERSONA misma, apunta a ella misma. Jesús OBSERVA la crisis de sus discípulos.
Estaban ciegos los discípulos, no veían a la mujer como el objetivo de la misión. Esta mujer representa a la persona herida, discriminada, acusada, menospreciada; a ellos apunta el evangelio de restauración de la Gracia de Dios. Los discípulos estaban ciegos. Por eso Jesús les dice: "Yo os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega"(v.35). Es como decirle despierten miren la ciudad hay gente que necesita el evangelio de restauración, de amor de salvación, de liberación. ¡Alcen vuestros ojos!. Rompiendo aquellos prejuicios acerquemonos a quienes la sociedad no se acerca, a quienes la sociedad considera que no tienen solución, a quienes los demás no le hablan. Si tu corazón es como el de Cristo dame la mano...es nuestra acción unirnos en esta visión, fíjese en la actitud de Jesús es nuestro mayor modelo para ser un buen discípulo, quien hace lo que dice.
Paulo Llanco
Pastor

El protocolo del Reino de Dios nos invita a ser comunidad abierta

Compartimos algunos extractos de esta reflexión dominical basada en Lucas 14:1, 7-14


Queridos hermanos y hermanas
Se entiende por protocolo una regla ceremonial establecida por decreto o por costumbre, y es además un signo de buena educación, señalan algunos manuales que esa educación, particularmente en la mesa, hay que iniciarla en casa, para que luego no sea algo artificial sino natural y espontáneo.
En el texto que nos lleva a meditar el leccionario que estamos siguiendo encontram
os dos consejos de protocolo de parte de Jesús. A lo largo del Evangelio existen otros, según se confronta Jesús con las costumbres y los responsables políticos y religiosos de su tiempo se confronta también con los usos protocolarios, porque toma una posición frente a lo establecido.

Elementos clave y consecuencias
Según Lucas el texto que nos ocupa sucede "camino de Jerusalén" (Lc 13, 22). Estamos en una larga serie de textos que jalonan este viaje, "Cuando se acercaba el tiempo en que Jesús había de subir al cielo, emprendió con valor su viaje a Jerusalén." (Lc 9, 51). Este periplo concluye en el capítulo 19 del Evangelio con la entrada en Jerusalén que celebramos el domingo de
Ramos.

Todos los episodios que ocurren en este camino de cerca de 10 capítulos, el Evangelio tiene en
total 24, aleccionan a los discípulos y personas que va encontrando sobre lo esencial de la vida, ya que él mismo está orientado hacia lo esencial de su ministerio.
No podemos, desde esta perspectiva, entender que Jesús está simplemente actuando de forma grosera para dar lecciones de urbanidad o de buen comportamiento ante los demás. Nos quedaríamos con un Jesús de artimañas y de superficie.

En primer lugar respecto de nosotros mismos la respuesta de Jesús cuando aclara su propuesta protocolaria sobre el lugar que debemos buscar para sentarnos: "El que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla será engrandecido" (Lc 14, 11) no es una cuestión que resuelva nuestros dilemas a la hora de organizar una mesa. En este texto resuenan las bienaventuranzas y también la propia actitud de Jesús en su misión y ministerio.
A modo de parábola nuestro maestro utiliza la situación que se ha dado para criticar nuestro orgullo y nuestra vanidad como actitudes de vida. Debemos de evitar y vencer en nosotros (as) todo lo que nos sitúa en primer lugar ante los demás, todo lo que hace de nosotros (as) y nuestras preocupaciones lo más importante de nuestra vida. No es un alegato contra la autoestima, sino una verdadera autoestima realista: la humildad es una clave de vida que nos lleva a una actitud y un comportamiento más saludable.
La humildad no es solo un ardid para vernos realzados, eso se llama falsa modestia, y leeríamos muy pobremente la enseñanza de Jesús. La humildad no es bajeza o sumisión, sino una virtud que nace en el conocimiento de nuestras limitaciones y debilidades y que actúa en consecuencia. En este sentido la humildad es un modo de vivir ante nosotros mismos y ante los demás que nos hace vivir algo del Reino, no es una virtud muy prodigada, ni muy popular y sin embargo es muy saludable en este tiempo de apariencias y exclusivismos.

En segundo lugar también se explica en el texto la segunda propuesta protocolaria: "Cuando des una comida o una cena no invites a tus amigos, tus hermanos, a tus parientes o a tus vecinos ricos; porque ellos a su vez te invitarán, y así quedarás recompensado. Al contrario, cuando des una fiesta, invita a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos; y así serás feliz, porque ellos no te pueden pagar, pero tu recibirás tu recompensa cuando los justos resuciten." (Lc 14, 12-14).
De nuevo nos encontramos ante la vida misma y no solo ante la mesa, como antes hemos señalado. En este caso el alegato es contra el uso manipulador de las personas según nuestros intereses de rentabilidad o beneficio. En lugar de acercarnos a los demás por lo que podemos sacar, Jesús propone que nos acerquemos a los demás según su necesidad, su invalidez, su cojera, su ceguera o su pobreza.
La solidaridad es la adhesión a la causa de otros. Ponernos al servicio de las personas y no servirnos de las personas es la clave del Reino y es la clave del ministerio de Jesús.
Al igual que en los consejos de protocolo no se trata simplemente de cuales son las buenas costumbres para portarnos bien, ganar prestigio, mostrar nuestra educación o nuestra clase; se trata de cuales son los comportamientos naturales y espontáneos de los que damos cuenta en nuestro comportamiento, cuales son las razones que nos mueven a ser como somos o ha hacer lo que hacemos.
En nuestro propio "camino hacia Jerusalén", tenemos que saber escoger determinar y decidir sobre lo que nos orienta y nos inspira. La llamada y la enseñanza de Jesús camina con nosotros (as) para hacer de nuestra vida un ministerio, una misión, y quiere ponernos en el centro de lo que Dios quiere y busca de nosotros.
¿Qué tengo que hacer?
Humildad y solidaridad son virtudes, en el sentido de fuerzas, claves del Reino de los Cielos que nos llevan a buscar y a encontrar en las personas y en nosotros mismos lo mejor y lo más humano, lo más real, aquello en lo que realmente encontramos lo que somos y lo que nos hace felices, y que por añadidura, no se puede pagar.
El estilo de vida y el protocolo de Reino tienen mucho que ver con esta gratuidad, con esta gracia. En un tiempo en el que todo tiene un precio aquí la recompensa se desplaza hacia lo que no podemos controlar, solo podemos existir y ser según este modo de vida y eso nos transforma y transforma nuestro entorno a imagen de lo que debe ser según la manera en la que Dios entiende a las personas.
Pero Jesús no nos propone sólo un compromiso personal. Lucas es el evangelista por excelencia de la comensalía abierta; es decir, Lucas apuesta por una comunidad acogedora de quienes carecen de una red social, precisamente por no tener nada que ofrecer (a los ojos de la mayoría, claro, pero no de Dios). Y es ahí donde nuestras comunidades pueden ser llamadas a empeñarse: buscar a quienes carecen de comunidad y ofrecerles la propia sin preguntas y sin prevenciones. Es decir, se trata de ofrecer nuestra propia comunidad de modo gratuito.
El culto cristiano sólo tiene sentido si de alguna manera es un reflejo de la comensalía abierta de Jesús. Yo no sé si hoy día hay que ofrecer banquetes a los pobres o si hay que hacer otra cosa; supongo que siempre dependerá del contexto de cada comunidad. Pero lo que sí sé es que la comunidad de cada tiempo y de cada contexto debe encontrar la forma de salir y ofrecer el propio espacio íntimo a quienes carecen de espacios comunitarios acogedores. ¡Y cuánta falta hace hoy, en nuestro mundo individualista y ultra-competitivo! ¡Cuántas víctimas hay hoy del desarrollismo y el consumismo! A todas ellas nuestra sociedad de bienestar le ofrecerá algún tipo de servicio (médico, psicológico, incluso consejería pastoral, etc.), pero es posible que no llegue a ofrecerle una comunidad de amor gratuito. Pero, precisamente, los seguidores de Jesús hemos sido llamados a ofrecer tal comunidad.
Amen.

Rev. Javier Ochoa