Llamados a servirle

PASAJE BÍBLICO: Marcos 1:14-20

EXÉGESIS:

EL CONTEXTO: CAPÍTULO 1

La lectura del evangelio de hoy es la historia de la llamada de los primeros discípulos, que inaugura el ministerio de Jesús. Marcos comienza su evangelio con las siguientes palabras “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios” (v. 1), y relata las historias del ministerio de Juan el Bautista (vv. 2-8), la del bautismo de Jesús (vv. 9-11), y de la tentación de Jesús en el desierto (vv. 12-13). En la historia del ministerio de Juan, Juan cuidadosamente se pone a sí mismo en la relación correspondiente con aquel que viene después de él. Ese será más poderoso, y bautizará con el Espíritu Santo. Juan no es digno de desatar las correas de su calzado (vv.7-8).

Siguiendo la lectura para hoy, Jesús lanza su ministerio público sanando a un hombre que tenía un espíritu inmundo (vv. 21-28), sanando a la suegra de Simón y a otros en la casa de Simón (vv. 29-34), predicando en Galilea (vv. 35-39), y sanando al leproso (vv. 40-45).

Este es un capítulo que va a un paso muy rápido, es como una serie de imágenes que pasan rápidamente en la pantalla una después de otra, moviéndose tan velozmente que no podemos seguirlas.

VERSÍCULOS 14-15: JESÚS VINO PREDICANDO EL EVANGELIO

14Mas después que Juan fue encarcelado (griego = paradothenai, de paradidomi, entregado, traicionado), Jesús vino á Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 15Y diciendo: El tiempo (griego = kairos) es cumplido, y el reino (griego = basileia) de Dios está cerca: arrepentíos, y creed al evangelio.

Marcos dice que Jesús comenzó su ministerio después de que Juan fue arrestado (griego = paradidomi, entregado, traicionado). En el evangelio de Juan (3:22-30), Juan y Jesús tienen un ministerio que se traslapa por un tiempo. Marcos relata la historia de manera diferente, sacando de al escena a Juan antes del comienzo del ministerio de Jesús. Posiblemente debido a las diferentes fuentes que usan, pero tal vez porque Marcos quiere enfatizar que el papel de precursor de Juan – una vez que Jesús está en la escena – ya no se necesita. También que Juan –como precursor de Jesús – no solamente lo es en el sentido de que prepara el camino para Jesús, sino también en el sentido de que su paradidomi anuncia la próxima paradidomi de Jesús.

La palabra “encarcelado” falla en capturar la riqueza de paradidomi, que será usada varias veces para hablar de la traición a Jesús (3:19; 9:31; 14:21, 41) o cuando es entregado a los gentiles (10:33). Jesús también la usará para advertir a sus discípulos que serán entregados a los concilios para ser azotados y enjuiciados (13:9-13). Paradidomi “es un término muy significativo con raíces en el cuarto canto del Canto del Siervo (Isaías 52:13–53:12, especialmente los versículos 6, 12… Marcos usa el verbo para crear un paralelo entre Juan el Bautista (1:4, 14), Jesús (1:14; 8:31; 9:31; 10:33-34), y los cristianos (13:10-12). En cada caso la gente proclama (usando una forma de keryssein) y son entregadas (con una forma de paradidonai)” (Donahue y Harrington, 70).

El paradidomi de Juan abre la puerta para el ministerio de Jesús, y el paradidomi abrirá la puerta para el ministerio de los discípulos. El paradidomi de los discípulos (la sangre de los mártires) será la semilla plantada que hará brotar a la iglesia. Aunque hay maldad en cada paradidomi, Dios también está actuando detrás de la escena, transformando los Viernes Santos en Domingos de Resurrección. La muerte “de un fiel mensajero de Dios nunca es una derrota…; siempre es una entrada a través de la cual el reino de Dios avanza y crece” (Geddert).

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