Recordando las palabras de Juan Wesley, fundador de la Iglesia Metodista sobre la renovación del pacto de la iglesia con Dios al inicio del año:
... Cristo tiene muchos servicios para ser hechos. Algunos son fáciles, otros son difíciles. Algunos traen honor, otros traen reproche. Algunos calzan con nuestras inclinaciones naturales e intereses pasajeros, otros se oponen a ambos... Pero el poder de hacer todas estas cosas nos es dado en Cristo, quien nos fortalece.
... Yo ya no me pertenezco sino que soy suyo. Ponme Señor para lo que quieras, ponme el rango de quién tú quieras; hazme hacer, hazme sufrir; déjame ser contratado por ti o ser abandonado por ti, exaltado para ti o humillado para ti; déjame llenarme, déjame vaciarme, déjame tener todas las cosas, déjame no tener nada; libremente y de todo corazón ofrezco todas las cosas a tu placer y disposición...
El propósito principal del Pacto es la iniciativa de Dios por restaurar la relación con el ser humano, la cual se había quebrado a partir de la desobediencia de Adán y Eva.
Este propósito divino está signado por su Gran Amor que es inigualable con cualquier otro tipo de amor. Recordemos que Dios al ver la maldad y desobediencia de hombres y mujeres, se arrepintió y le dolió en el corazón haberlos creados y decidió destruirlo todo; pero es por la fe y obediencia de un hombre llamado Noé que Dios cambia de actitud y establece un pacto con él (Gen. 6:18) ¡El primer pacto por amor!.
De esta relación hay dos asuntos importantes a considerar: el primero, la fidelidad de Dios y la obediencia del ser humano; el segundo, la bendición de Dios.
Según Jeremías 31:31-34, Dios tiene la intención de renovar el Pacto por uno nuevo y éste sería escrito en el corazón. Jesucristo se encarga de hacer realidad esta promesa divina (Mateo 26:26-29) a través de su sacrificio en la cruz, derramando su sangre por nosotros. Luego Dios se encargó de ratificarlo (Gálatas 3:15-17).
Nosotros los cristianos y cristianas somos hijos e hijas de este nuevo Pacto y herederos de la Promesa. Somos los pámpanos que estamos unidos a Jesucristo quien es la vid verdadera. Por lo tanto, estamos llamados a dar buenos frutos (Jn. 15:1-8).
EN NUESTRO SERVICIO DOMINICAL
CULTO DE RENOVACIÓN DEL PACTO
DOMINGO 15
11:30 a.m.
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