Jesús: dile a esa zorra...

En este tiempo de celebrar las fiestas patrias, en el Perú, siempre se piensa en el significado de país, su forma de vida, su historia, la sociedad actual y sus anhelos de triunfos, su gente, la politica de sus gobernantes, etc. Estamos insertos en una sociedad de culturas diversas, somos parte de esa cultura querramos o no tenemos algo de ser
peruano que nos diferencia de otros ciudadanos vecinos.
¿Cuál sería el carácter de Jesús en medio de esta sociedad, se comportaría como nos narra los evangelios? es decir para extender su mensaje del reino de Dios. ¿haría lo mismo en esta sociedad peruana?. Nos toca a nosotros interpretar a Jesús en medio de su pueblo judío, su relación con la gente, con las autoridades eclesiasticas, políticas. Los ricos, los pobres, los marginados. ¿Cómo fue su relación?. Esa relación y acercamiento de Jesús tiene mucho significado para nosotros hoy.

Por ejemplo, ¿como fue su relación con los políticos controversiales de su tiempo?. No fue un revoltoso que generó protestas violentas contra los políticos, pero su protesta fue diferente. Déjenme ensayar esta opinión personal referente a una frase que hiciera Jesús respecto a Herodes, gobernador de Galilea y Perea. Veamos lo que dice el texto: Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: Sal y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.32 Él les dijo: Id y decid a aquella zorra:"Echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra" (Lucas 13,31-32).

La respuesta de Jesús, frente a este gobernante, me genera muchas preguntas. ¿por
qué Jesús señaló esta respuesta? ¿por qué Lucas lo resalta? ¿por qué usa un termino aparentemente despectivo para con Herodes?.
Partamos por esta palabra zorra, que en nuestro tiempo seguramente genera otra interpretación. La palabra en griego es alópex; se refiere figurativamente a una persona astuta y posible insignificante. En la mentalidad hebrea un falso ursurpador, sin linaje y tonto.
Si vamos al contexto bíblico judío las zorras eran vistas como animales que DESTRUÍAN la viña del Señor. El libro de Cantares nos habla que debemos cazar las zorras pequeñas porque estas hacen daño a la viña, (Cantares 2: 15). Una de las características que tienen las zorras es que echan a perder las viñas cuando están en flor, para que no lleguen a dar fruto, Jesús dijo al referirse a los genuinos hijos de Dios como personas que dan frutos Mateo 7: 20 Así que, por sus frutos los conoceréis. Las zorras son enemigos de las viñas. De la misma forma que la Biblia nos habla que el Señor es la viña y nosotros somos pámpanos, la vid nos habla del vino que a su vez es gozo, la zorra no permite que ésta se desarrolle hasta llegar a dar fruto, ataca su raíz antes de llegar a desarrollarse. El propósito del enemigo es hacer brotar raíces de amargura, lo contrario al gozo.
Si aplicamos esta interpretación a este texto diría que la actitud de Herodes, de querer matarlo, va en contra de la construcción de la viña del Señor, en palabras de Jesús, de construir su Reino. Un reino en el que gobierna el amor a Dios y entre los seres humanos. Jesus estaba inaugurando el reino de Dios, liberaba a la gente de los demonios, los curaba, les enseñanaba, estaba dando señales concretas de la presencia de Dios que vino a restaurar su creación.
El profeta Ezequiel presentó a los profetas falsos como zorras, Ezequiel 13: 4 "Como zorras en los desiertos fueron tus profetas, oh Israel".
Todo aquello que rompa las buenas relaciones en la familia, en la sociedad, todo aquello que genere odio, rencor, es decir todo aquello que vaya en contra de amar a Dios y su prójimo, de construir el reino de Dios, de liberar al ser humano del pecado y todo lo que implica ello, es actuar como una "zorra", que DESTRUYE Y AMENAZA DE MUERTE.¿Quienes son actualmente los que van en contra de este reino de Dios?,"Jesús dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza". Obviamente contrario a la solidaridad entre hermanos las "zorras" buscan su propia comodidad.
Nuestro ministerio como iglesia esta sustentado en estos principios básicos de llevar adelante el evangelio de Cristo sembrando y practicando esta enseñanza de nuestro amado Jesucristro. Los comentarios de Jesús seguramente llegó a oídos de Herodes, la acción concreta de amor y fe por parte de Jesús fue su mejor respuesta ante la amenaza de muerte. En otras palabras Jesús les decía que seguiría adelante en su misión pese a la amenaza política del gobernante de turno. Nuestras acciones concretas de amor y fe(en relación a Dios y al prójimo) en nuestro país es nuestra práctica poderosa de hacer sentir el reino de Dios entre nosotros, como lo quiere Jesús. Hacerlo saber a nuestras autoridades es parte de nuestra tarea también.


Paulo Llanco
Pastor

COMPARTIENDO NUESTRO TIEMPO DE INTEGRACIÓN Y TALLER

Este domingo 25 fue un tiempo diferente en el que se generó la integración y la reflexión en torno al tema de liderazgo en nuestra iglesia. Tras un momento devocional entre cánticos y oración los y las hermanas opinaron sobre el concepto de liderazgo a nivel de la iglesia. Fue un tiempo hermoso que culminó compartiendo la mesa juntos.




El reino de Dios a través de nuestras vidas

Que la gracia y paz de nuestro Señor Jesucristo, el que era, es y será siempre, esté con todos y todas.

En la actualidad muchas comunidades e iglesias, llamadas “históricas”, (Provenientes de la Reforma del siglo XVI y con una larga presencia en en Perú), nos preguntamos por qué hemos dejado de crecer, y cuáles son las razones por las que más bien sufrimos pérdida de membresía.
Los textos propuestos para los mensajes de los domingos anteriores, como Lucas 9, 51-62, confrontan a los cristianos y cristianas a un llamado de seguimiento sin ambigüedades, una clara definición de identidad, personal y comunitaria, la cual implica las relaciones afectivas, económicas y sociales.

Jesús envía a sus discípulos al mundo para vivir de una manera nueva y anunciar el Evangelio del Reino de Dios con palabras y hechos. Es decir que invita a sus seguidores y seguidoras a llevar a cabo una misión sin fronteras de lugar, sin distinción de personas y sin límite de tiempo, con la meta, el objetivo, de la cosecha final.
Dios desea intervenir en forma salvadora en el mundo (Isaías 66), y el Reino que estamos invitados a anunciar es eficaz en misericordia, paz y alegría para quienes lo aceptan. Pero para quienes no lo aceptan significa las oportunidades irremediablemente perdidas para una vida con sentido.

Embarcarse en el camino junto a Jesús no será siempre algo fácil. Sabemos que el Señor mismo no esquiva las dificultades de la cruz. Va el camino a Jerusalén.
¡Quienes decidan anunciar el Reino y vivir éticamente de una manera diferente a las muchas propuestas de vida en el mundo actual, donde prevalece el modelo del “hombre lobo del hombre”, no será siempre un lecho de rosas.
Pero, a pesar de ello Jesús no va solo. Él invitó a entrar en el Reino a otros. Felizmente, aún con sus fallas y limitación
es, muchos aceptaron. y, sus nombres quedan registrados en los cielos. El Señor siente simpatía de corazón por ellos, los tiene en cuenta y los considera aptos para enviarlos como sus testigos al mundo, así como él mismo fue enviado (cf. Juan. 20,21; Lucas 24, 44).
Me parece que con el envío de los setenta no se trata sólo personas individuales, sino que toda la comunidad cristiana es misionera. Y, la comunidad cristiana que no asume el mandato y la tarea de misionera de vivir y anunciar el Evangelio entra en una agonía fatal.
Esto es lo que no quiere nuestro Señor que suceda. Él quiere que su reino se haga realidad entre nosotros, tal como nos encomendó pedir en el Padrenuestro (Venga a nosotros tu Reino).
Por eso, además de enviar a sus amigos al mundo, entre los cuales nos encontramos nosotros, también nos ha dejado un programa y metodología de acción.
Primero, echen una mirada a su alrededor y descubran toda la gente que necesita una ayuda concreta en forma de pan, de vestimenta, de medicamento; que espera acompañamiento y contención; una palabra de perdón, de ánimo, de consuelo, de esperanza. (cf. Mateo 25, 31-46)
Miren a su alrededor y descubran cuanta gente ya está ocupándose y realizando servicios de amor solidario, generalmente de una manera sencilla y anónima.
Observen y tomen conciencia que el campo de acción es enorme y que la gente dispuesta a dar un testimonio desinteresado es absolutamente insuficiente, sobre todo en los lugares más necesitados.
Segundo, es sorprendente que la oración ocupa un lugar casi central en este programa.
Es necesario que en nuestras iglesias históricas recuperemos la importancia de la oración, sobre todo cuando estamos tan preocupados y ocupados en mantener lo que tenemos, tratando de reducir al máximo nuestros presupuestos y despidiendo a hermanos y hermanas bien dispuestos y capacitadas para los distintos ministerios necesarios para una misión de testimonio eficaz.
Oren, rueguen, insistan, pidan al dueño de la misión para que mande los operarios necesarios para tanta tarea. Tengan la certeza que él tiene recursos, caminos y posibilidades, que nosotros muchas veces no alcanzamos a ver. ¡Los que oran son lanzados a la acción!
En tercer lugar, me impresiona cómo este programa culmina con la alabanza, la oración de alabanza del mismo Jesús cuando los discípulos vuelven de la cosecha.
Finalmente también me parece admirable y todavía vigente la metodología misionera que Jesús enseña.
La recomendación de no llevar más que lo puesto, de mantenerse liviano y disponible, es sin dudas un aspecto que no podemos dejar fácilmente de lado cuando de nuestros actuales proyectos evangelizadores se trata. Pues, nos confronta con la pregunta ¿en quién confiamos? ¿En los valores del Reino de Dios? ¿En los valores de seguridad que nos ofrece nuestro mundo?
Tratar de asegurar todo en un mundo donde en realidad ya nada es seguro será sin dudas la mejor manera de desalentar y abortar antes de nacer cualquier intento de anunciar y testimoniar con entusiasmo y alegría la vigencia actual de la Palabra de Dios.
La recomendación de no llevar...también debe hacernos pensar en estar ligeros y sin cargas para estar dispuestos en el encuentro, a sobrellevar las cargas de aquellas personas que viven atrapados en la angustia, en la desesperanza, sin ningún sentido para sus vidas.
Jesús es tremendamente realista y no nos vende espejitos de colores. Él no garantiza el éxito la misión en su nombre. Se puede fracasar en el intento.
Pero sí nos garantiza su presencia en medio de dos o tres que estén bien dispuestos de hacer la opción de mantenerse abierto para recibir sus bendiciones. Nos garantiza también podremos contar siempre de nuevo con el poder de su Espíritu Santo para volver a empezar y por atracción convertirnos en bendición para otros y otras.
Me parece que el himno Nº 260, 1-4 del himnario “Culto Cristiano”, Editorial Metopress, Bs. As. 1976), es una buena síntesis para nuestro mensaje de hoy:
1. Un raudal de bendiciones,/ Sed en tanto que viváis, /Animad los corazones /Por doquiera que vayáis. /Refrescad, salvad las vidas /Que en la duda y el temor /Vagan tristes y afligidas /Por las sendas del dolor.
2. Un raudal de bendiciones/ Sed al débil; procurad /De su vida las acciones /Hacia el bien encaminar. /Al sediento en su agonía, /Al cansado en su labor, /Dadle un vaso de agua fría /En el nombre del Señor.
3. Se raudal de bendiciones/ Por doquiera que paséis,/ Compartiendo allí los dones/ Que por Cristo ya tenéis./ Y del agua de la vida/ Que bebéis, al mundo dad; /Es Jesús el que convida/ A la fuente de verdad.
4. Manantial de bendiciones/ Sed al mundo pecador;/ Conducid los corazones/ A Jesús el Salvador./¡De qué honor, oh Dios, me vistes!/ ¡Ser cual Cristo, mi Señor!/ ¡De las pobres almas tristes/ Ser un bálsamo de amor.

Yo no sé cual es el llamado específico que Dios tiene para tu vida. Yo no se de que manera Dios quiere que ustedes compartan las buenas nuevas de Jesús, pero si una cosa tengo certeza. Así como los discípulos se entusiasmaron en ver el Reino de Dios manifestándose a través de sus vidas, Cada uno también puede tener esta alegría de percibir las buenas nuevas de Jesús siendo compartidas a través de ustedes. Y esto es la transformación. Es la alegría de ser amado por Dios y y compartir este ardiente amor. Es la alegría de recibir el perdón de Dios y poder ofrecer el perdón a otras personas. Es la alegría de tener una vida transformada ey compartir estas buenas nuevas. Es la alegría de ser servido por Dios y de servir en nombre de Jesús. Amén.

Rev. Javier Ochoa

Jesús insiste: ¿quién es prójimo del necesitado?

Reflexión basada en el libro de Lucas 10: 25-37
Un maestro de la ley, uno de los "sabios" religiosos de su tiempo, preguntó a Jesús: ¿quién es mi prójimo?; como tratando de lavarse las manos del mandato de Dios cuando dice "ama a tu prójimo como a ti mismo". Este hombre trataba de desentenderse de saber quién era su prójimo. Acaso ¿quería que Jesús le dijera este si es tu prójimo y éste no?. Conociendo a estos "maestros de la ley" o religiosos de su tiempo seguramente ellos consideraban que sus prójimos no eran: las prostitutas, los recaudadores de impuestos, los samaritanos (vecinos discriminados por ellos), los enfermos graves, etc. Pero Jesús le plantea otra visión de ese mandamiento. Su pregunta reorienta el sentido del mandamiento: ¿quién fue el prójimo de la persona herida?. Esta pregunta surge después de esta parábola llamada del "buen samaritano", conocida hasta la saciedad.
Esta pregunta de Jesús nos hace ver desde nuestra propia condición a la otra persona en necesidad. ¿Podemos ser el prójimo de aquella persona que me necesita?. Con esta parábola Jesús seguramente quería enseñarle a sentir COMPASIÓN por la gente que lo necesita. Esta necesidad es en todo sentido: física, material, psicológica, espiritual. Es decir cuando se atiende a un ser humano, se le atiende como tal. Con todo lo que él o ella es. Jesús quería saber si los seres humanos estamos dispuestos a amarnos en ese nivel completo, tal como él nos creó.
Por eso vemos a Jesús sanando a los cojos, ciegos, perdonando los pecados a la gente herida y arrepentida. Vemos a Jesús liberando a las personas endemoniadas. Es decir Jesús no se limitó atender solo un aspecto del ser humano sino todo.

¿De quién eres prójimo? ¿cómo aprovechas la oportunidad para practicar esta hermosa enseñanza? ¿eres muy joven para practicarlo? Esta hermosa enseñanza es para todos y todas quienes estan dispuestos a dejarse llevar por ese amor de Dios que rebalsa hacia los demás también. Busca primeramente el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas serán añadidas. Deja que el Señor te ayude a actuar en la dirección del amor a Dios y al prójimo.

Paulo Llanco
Pastor

Seguir a Jesús: un compromiso renovado

Las despedidas son experiencias que dejan un especial sentimiento y sabor en la vida. Una despedida mediada por la ruptura o alguna otra experiencia dolorosa pareciera ser el mejor camino para "librarnos" de aquello que nos causa dolor y sufrimiento. Una despedida en medio de buen tiempo, en medio de buenos momentos conqueridas y lindas amistades deja el sentimiento de no querer partir y un deseo de pronto retorno.
No en vano ha sido bien expresado en las letras de un vals nuestro “Dicen que las despedidas son muy tristes”.

Despedirse se ha convertido en algo especial. Representa el cerrar un momento, un período o una actividad. Durante nuestra vida estamos despidiéndonos constantemente de alguien o de algo. Hay diversas despedidas: nos despedimos de nuestros años de infancia, adolescencia, nos despedimos de ciertos bienes en la medida en que vamos creciendo, nos despedimos de la escuela/colegio/universidad, nos despedimos cuando viajamos, nos despedimos de la soltería, de nuestros padres cuando formamos una familia, incluso nos despedimos de nuestros seres queridos cuando estos/as dejan de vivir. La despedida es algo especial y en cada lugar se practica de manera particular.
¿Cuántas veces alguien ha partido sin la oportunidad de despedirse de algún ser querido? Hay historias tristes que cuentan sobre familiares, amigos/as que jamás pudieron decir "adiós" o "hasta pronto". Sin embargo, el evangelio de Lucas 10:51-62 nos confronta con una historia algo incongruente respecto a las despedidas.
¿Por qué Jesús se niega a que sus oyentes se despidan de su fam
ilia o a que enterrando a su padre pueda despedirse del fallecido? ¿Se trata acaso de una negativa a despedirse o es otro el asunto que nos presenta el dialogo que leemos? Lo que nos ayuda a darnos cuenta que Jesús no se niega a las despidas es que a ambas personas Jesús les invitas a seguirle. El tema del seguimiento toma especial importancia en nuestro texto y nos invita a meditar en lo que implica seguir a Dios.

Al leer este texto, inmediatamente viene a mi recuerdo las palabras de Rut a Noemí: "Iré a
donde tu vayas, y viviré donde tu vivas. Tu pueblo será mi pueblo, tu Dios será mi Dos. Moriré donde tu mueras y allí seré sepultada". (Rut 16-17) Hay que entender que la realidad de ambas afirmaciones son diferentes, pero la afirmación "Te seguiré a dondequiera que vayas" de Lucas 10:57 tiene estrecha relación con las palabras de Rut. Ella no estaba tirando las palabras al aire de manera ligera ni empujada por la emoción, Rut estaba haciendo una profesión de fe, una transformación pública hacia el Dios que Noemí profesaba y seguía. En su condición de mujer despojada de todo, sin garantía de vida Rut decide seguir a Dios y caminar hermanada con su suegra.

La irónica respuesta de Jesús a la persona que entusiasmadamente quiere seguirle, no pone en duda el seguimiento, pero advierte sobre lo duro y difícil que es hacerse discípulo o discípula de Jesús, sobre lo desafiante que es el seguimiento. Las metáforas de la madriguera y el nido nos permite tomar en cuenta que el seguimiento guarda relación con el "despojarnos" lo cual no quiere decir abandonarnos o perderlo todo. El despojarnos de nuestra fijación en lo material, a considerar los objetos y bienes como medios para vivir y promover vida pero no como un fin en sí.
Por otro lado, pareciera que Jesús se negara a que una de las personas enterrara a su padre, o a que alguien se despida de su familia. Como he afirmado al inicio, las despedidas son un buen proceso de continuidad o discontinuidad, pero lo que Jesús está tratando de expresar es el prevenirnos sobre las consecuencias de estas despedidas; es decir, que habiendo expresado nuestro deseo de seguirle y ser sus discípulos/as, abandonemos este compromiso o lo hagamos a medias debido nuestra adherencia o fijación a otros compromisos.
El seguimiento significa un cambio de nuestras prioridades. Ahora que somos discípulos y discípulas de Jesús asumimos a Dios como nuestro único Dios. Nuevamente, esto no significa que dejemos de lado o abandonemos a nuestra familia, seres queridos, u otros compromisos y despedidas. Con Dios en nuestras vidas la vida cambia y seremos capaces de amar sinceramente a quienes aparentemente dejamos. Nuestro amor es capaz de crecer y trascender más allá de nuestras vivencias. Por eso mismo Jesús anima a una de las personas a ir y proclamar el reino de Dios (v.60)

¿Cómo proclamar el reino de Dios si no se ama a los nuestros y a los que no son nuestros? Aquí está el meollo del seguimiento, que nos permitamos ser seguidores y seguidoras en cada momento y a través de cada acción. Proclamar el reino de Dios no es otra cosa que promoverlo activamente mediante actos de amor y justicia. No es el tipo de justicia, más bien venganza, que sus discípulos o mensajeros querían practicar cuando los samaritanos no los recibieron ni les dieron alojamiento descrito en los versículos 51 al 55; sino, una justicia que permita vida, que promueva dignidad, que haga posible en medio del dolor y sufrimiento la esperanza.

Sufrimiento y esperanza van juntos y permiten que el reino de Dios tenga sentido. Dios permitió que Jesús nos diera esas señales de su Reino en medio del sufrimiento y dolor, allí donde el sinsentido, el olvido, la apatía, las riñas, la envidia y otras expresiones demoniacas se hicieron y se hacen presente Dios permitió y continua permitiendo que podamos recibir el regalo de la liberación. Y liberación no es algo mágico ni algo que quiebra el hechizo, la liberación que Dios nos da nos permite ser conscientes de nuestra realidad -sea cual fuera- y cambiar.

Este regalo es para continuar viviendo libres de aquellas situaciones que nos hacen esclavos/as o que nos conducen a idolatrar personas u objetos. La esperanza se basa en el firme propósito de seguir a Dios, en los continuos cambios y liberaciones. Por algo este texto sigue a la liberación del endemoniado del domingo anterior. No existe proclamación del reino de Dios sin haber sido liberados, y tampoco existe compromiso de seguimiento sin ser conscientes y consecuentes con nuestra constante renovación. El discipulado o el seguimiento a Dios nos permite confirmar que es un compromiso que esta sobre bienes, familia, intereses personales pero que a la vez nos enseña a vivir en buena relación y de manera adecuada con ellos/as.

¿Qué representa entonces el seguimiento hoy? Que podamos ser sensibles a la presencia de Dios, al Espíritu Santo a fin de que los dones y capacidades que tenemos estén al servicio de nuestro prójimo: de quien conocemos y de quien no conocemos. Que este seguimiento pueda ser constante y siempre renovado. Si nos despedimos de una etapa de nuestra vida, entonces la que llega pueda también ser un revivir de nuestra relación con Dios y un aprendizaje de seguir promoviendo su amor, una motivación para renacer esa relación que inspire esperanza en medio de la desesperanza. El seguimiento quizá sea una decisión que se toma una vez en la vida, pero es un compromiso que se va renovando día a día y esta renovación tiene especial relación con aquello que toma prioridad, que se convierte en nuestra preferencia.

Tenemos el encargo de ir y proclamar el reino de Dios ¿De qué forma lo harías tu en tu realidad y situación personal? Dios está contigo y te ha dado dones para hacerlo, ¡Animo y fuerza! Porque seguirle significa actuar siempre en amor y esperanza.
Oremos con un autor anónimo: Señor, Las tensiones hacen interesante la vida. Pero, Señor, no permitas que se conviertan en alta tensión, porque mis fusibles se pueden fundir. No puedo soportar demasiada carga. Ayúdame con el poder de tu Espíritu para que pueda dejar de lado todas aquellas cosas vanas, innecesarias y superfluas, y así pueda seguirte con alegría y sin culpas. Amén.

Rev. Javier Ochoa